Reinado de Carlos IV (1788-1808)
Carlos IV, Rey de España a finales del siglo XVIII y principios del XIX, pertenecía a la dinastía de los Borbones. Era un rey absolutista, propio del Antiguo Régimen. Para que no le pasara lo mismo que en Francia durante la Revolución Francesa (donde Luis XVI, rey absolutista, fue asesinado públicamente), Carlos IV buscó una solución.
Se alió con otras monarquías europeas y declaró la guerra a Francia, conocida como la Guerra Grande. Esta guerra tuvo lugar a finales del siglo XVIII. España perdió la guerra contra Francia y firmaron un tratado llamado Paz de Basilea. En este tratado, España salió perjudicada.
Inglaterra era una gran enemiga de Francia. Francia obligó a España a luchar contra los ingleses. La batalla se llama Batalla de Trafalgar y terminó con la victoria de los ingleses sobre los franceses y los españoles. La derrota significó una deshonra para España.
A pesar de haber perdido, España seguía teniendo un tratado con Francia. Firmaron un nuevo tratado con Francia, el Tratado de Fontainebleau. La persona más importante de España era Carlos IV y la de Francia era Napoleón Bonaparte (emperador de Francia). El tratado consistía en la ocupación de Portugal (enemigo común) por parte de España y Francia. Napoleón, además de ocupar Portugal, también quería ocupar España. Carlos IV no se dio cuenta de las intenciones de Napoleón.
Hay gente que se dio cuenta de las intenciones de Napoleón y se rebeló contra la situación, en el Motín de Aranjuez. Los que se rebelaron exigieron que Carlos IV abdicara y cediera el trono a su hijo Fernando VII, y que este no aceptara el trato con Francia.
Napoleón se enteró y se reunió con Carlos IV y Fernando VII, convenciéndolos para que abdicasen el trono ambos. La abdicación de ambos se conoce con el nombre de Abdicaciones de Bayona. A cambio de abdicar, les ofreció un castillo en Bayona. Napoleón propuso que el nuevo rey de España fuera su hermano José I (conocido popularmente como Pepe Botella).
Reinado de José I (1808-1813)
José I fue el primer rey no Borbón de España. Estuvo como rey desde 1808 hasta finales de 1813. El pueblo no aceptó su llegada.
Para protestar por la llegada de José I, el pueblo se rebeló, dando inicio a la Guerra del Francés (también conocida como Guerra de la Independencia). Consistió en pequeñas revueltas y una guerra de guerrillas protagonizada por el pueblo contra el ejército francés. Duró 7 años (1808 a 1813).
La guerra terminó con la derrota de Napoleón y el fin de su aventura europea. Empezó a tener problemas en diferentes lugares (contra los rusos y otros monarcas europeos). Arregló la situación acordando que José I se retiraría y volvería Fernando VII (hijo de Carlos IV).
Poderes Paralelos y las Cortes de Cádiz
Durante la guerra, se creó un poder clandestino, organizando un poder paralelo al de José I a través de las Juntas. Estas se constituyeron como un movimiento asambleario, desde un ámbito local hasta un ámbito estatal. Eran asambleas populares (contrarias al poder establecido) donde se tomaban decisiones (en pueblos, ciudades…).
Había dos grupos sociales principales: los partidarios de José I y los contrarios.
La organización paralela al reinado de José I tenía su máxima expresión en las Cortes de Cádiz (movimiento contrario a los franceses). Se reunieron en Cádiz porque las tropas francesas no habían llegado allí. En 1810 se reunieron representantes de aquellas juntas provinciales. Se constituyeron en Cortes.
Aplicaron criterios liberales y tomaron varios acuerdos:
- Concepto de soberanía nacional (la soberanía reside en la nación/pueblo).
- Creación de comisiones de trabajo encaminadas a la elaboración de una constitución.
- División de poderes.
- Sufragio (voto).
- Derechos y deberes de los ciudadanos.
Se elaboró un proyecto de constitución que se votó el 19 de marzo de 1812 y se aprobó, coloquialmente conocida como La Pepa.
Reinado de Fernando VII (1814-1833)
Fernando VII, conocido como el Deseado, regresó a España en 1814. En 1813, Napoleón había restituido la monarquía, retirando su ejército y a su hermano.
Restauración Absolutista (1814-1820)
Los absolutistas escribieron el Manifiesto de los Persas, manifestando su rechazo al estado liberal. El rey instauró una monarquía absoluta desde 1814 hasta 1820. Ignoró la voluntad de la mayoría, la Constitución y las Cortes de Cádiz. Dejó de lado e incluso persiguió a los liberales.
Hubo represión y pronunciamientos liberales contra Fernando VII, buscando que adoptara el estado liberal. El General Lacy intentó un pronunciamiento en Cataluña, pero fracasó y fue detenido y ejecutado. El Coronel Rafael del Riego protagonizó un pronunciamiento en Sevilla que tuvo éxito. No buscaban la deposición del rey, sino que cambiara su política.
Trienio Liberal (1820-1823)
El rey aceptó (a regañadientes) el régimen liberal y juró la Constitución de Cádiz y las Cortes. Este período duró 3 años.
El pronunciamiento de Rafael del Riego en 1820 fuerza al rey a aceptar la Constitución de 1812, dando inicio a este periodo. Una parte de la población lo apoya, pero otra lo rechaza. El Trienio Liberal generó malestar en el campesinado, ya que se les exigía el pago de impuestos en metálico y no en especie.
En muchos lugares se crearon partidas absolutistas (grupos de campesinos contrarios al liberalismo). Incluso en la Seo de Urgel se estableció una Regencia absolutista. Estos problemas fueron sofocados, en parte, gracias a la acción militar (como la de Espoz y Mina).
Los liberales se dividieron en dos grupos: moderados y exaltados. Todos eran partidarios de la Constitución. Los moderados defendían cambios progresivos, poco a poco. Los exaltados, en cambio, defendían cambios rápidos.
El rey Fernando VII, que no deseaba la Constitución, buscaba la forma de restaurar el absolutismo. Necesitaba ayuda exterior. Pidió ayuda a Francia, que atravesaba un periodo de Restauración absolutista. En 1823, Francia dio ayuda al rey Fernando VII. Francia y otros países formaban parte de la Santa Alianza (unión de las monarquías absolutas de los países).
Francia envió un ejército, conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis. En pocos meses, Fernando VII recuperó el poder absoluto (imponiéndolo).
Década Ominosa (1823-1833)
Una vez recuperado el poder, lo primero que hizo Fernando VII fue detener y ejecutar a Rafael del Riego (responsable del pronunciamiento de 1820). Restituyó el absolutismo y persiguió a los liberales: detenciones, ejecuciones, exilio… El estado gastaba más de lo que ingresaba.
Conflicto Dinástico (1830-…)
El rey moriría sin sucesión masculina. La ley sálica establecía que la sucesión de un rey debía recaer en el familiar varón más cercano: el hijo o el hermano. Fernando VII en 1830 tuvo una hija con María Cristina, Isabel. Según la ley sálica, su sucesor debería ser su hermano, Carlos María Isidro.
Fernando VII promulgó una ley, la Pragmática Sanción, que anula la Ley Sálica. Después de algunos conflictos, esta ley se aprobó. En 1833 murió Fernando VII con la Pragmática Sanción aplicada.
Regencia de María Cristina (1833-1840)
María Cristina actuó como regente de Isabel (sustituyendo a Isabel hasta que fuera mayor de edad). Isabel fue proclamada reina con 3 años.
Carlos María Isidro (hermano de Fernando VII) no aceptó la Pragmática Sanción y argumentó que Fernando VII vulneraba las leyes. Fernando VII y Carlos María Isidro eran absolutistas. María Cristina, para hacer frente a Carlos María Isidro, buscó el apoyo de los liberales (principalmente moderados).
A raíz de este pacto, comienza la Primera Guerra Carlista (habría tres guerras carlistas). Cataluña (sobre todo en el ámbito rural), el País Vasco, Navarra y parte de Valencia serán partidarios de Carlos María Isidro (carlistas).
Durante esta regencia se implantó el Estatuto Real y se alternaron gobiernos progresistas y moderados. María Cristina debió apoyarse en los liberales para luchar contra Carlos María Isidro. La regencia de María Cristina coincidió con la Primera Guerra Carlista.
Un general, Espartero, puso fin a esta guerra y, visto como un héroe, fue nombrado regente.
Regencia de Espartero (1840-1843)
Espartero era liberal progresista, pero manifestó una actitud autoritaria. Fue rechazado por Cataluña.
Hubo revueltas por la subida de los precios de los productos básicos, como la revuelta conocida como La Jamancia, que tuvo lugar en Cataluña. Espartero ordenó bombardear Barcelona para sofocar las revueltas; este acto lo desprestigió y le llevó al exilio en Inglaterra.
Reinado de Isabel II (1843-1868)
Isabel II es declarada mayor de edad con 13 años e inicia su reinado efectivo.
Década Moderada (1843-1854)
Durante este periodo predominan los gobiernos moderados, liderados por figuras como el General Ramón Narváez. Los militares tuvieron una gran influencia en el Estado y el Gobierno.
Narváez era partidario del liberalismo doctrinario (la labor del gobierno se basa en la ley, el orden y la autoridad). Se promulgó la Constitución de 1845. Las clases acomodadas (burguesía, sectores de la Iglesia y el Ejército) apoyaron a Narváez. Se establecieron gobiernos centralistas.
Se creó la Guardia Civil y se firmó un Concordato con el Vaticano. España se declara confesional católica y goza de la aprobación del Vaticano (la Santa Sede). Había complicidad entre el Vaticano y el Estado español. Se reformó el Código Penal y la administración pública.
Bienio Progresista (1854-1856)
A raíz de un pronunciamiento militar (la Vicalvarada) en 1854, Leopoldo O’Donnell protagonizó un levantamiento contra Narváez. El pronunciamiento buscaba un cambio de gobierno dentro del moderantismo.
Ante este conflicto entre moderados, los liberales progresistas aprovecharon la situación y accedieron al gobierno, liderado por Espartero (que regresó del exilio en Inglaterra). La reina no puso impedimentos.
El gobierno de Espartero impulsó reformas económicas:
- Incremento de los ingresos del Estado (a través de impuestos y desamortizaciones).
- Promulgación de la Ley General de Ferrocarriles y la Ley de Minas, buscando impulsar la red de transporte y regular la explotación de recursos, generando ingresos para el Estado.
El gobierno de Espartero tuvo problemas de relación con otras fuerzas políticas y sectores sociales. Hubo represión de movimientos obreros. Hubo represión hacia la Iglesia (por la desamortización), y se expulsó a los jesuitas. También actuaron contra el partido republicano y el demócrata. Espartero mostró una actitud autoritaria hacia la crítica.
El panorama político estaba dominado por liberales progresistas y moderados, aunque aparecían nuevos partidos minoritarios. En 1856, los progresistas fueron desplazados del poder tras un golpe de estado moderado. Tomó protagonismo el General O’Donnell (fundador de la Unión Liberal).
Período Liberal Moderado: Unionistas y Moderados (1856-1868)
Se alternaron en el poder O’Donnell (Unión Liberal) y Narváez (moderado). Había divergencias entre los liberales. Apareció la Unión Liberal, formada por sectores moderados y progresistas. También se consolidó el Partido Demócrata (más a la izquierda que los progresistas).
Durante este periodo se alternaron en el poder Narváez y O’Donnell, cambiando los gobiernos unionistas y moderados.
Se llevó a cabo una política exterior activa y colonialista. Se llevaron a cabo diversas campañas militares en el exterior:
- En Indochina (actual Vietnam), para defender los intereses de los misioneros.
- En México, participando en una expedición internacional (sin éxito en la reconquista).
- En Marruecos (Guerra de África), para defender las plazas de Ceuta y Melilla y expandir la influencia española.
Los gobiernos (tanto moderados como unionistas) solían ser represivos y autoritarios (especialmente hacia la oposición y la población).
Crisis de 1866 y Pacto de Ostende
En 1866 se produjo una importante crisis económica, marcada por el encarecimiento de los precios de los productos básicos, especialmente el pan. Se conoce con el nombre de crisis de subsistencia.
Esta situación, sumada al desgaste del régimen, llevó a unionistas, progresistas y demócratas a firmar un pacto para poner fin a la crisis política, económica y social del país. Se reunieron en Ostende (Bélgica) y acordaron derrocar la monarquía borbónica. Firmaron el Pacto de Ostende.
Sexenio Democrático o Revolucionario (1868-1874)
En septiembre de 1868 se produjo una sublevación militar en Cádiz (liderada por Topete, Prim y Serrano) que se extendió por la península, buscando derrocar a la reina. Fue consecuencia del Pacto de Ostende.
Se crearon Juntas Revolucionarias en todo el país (especialmente en las capitales de provincia). Se produjo el exilio forzado de la reina Isabel II y su familia. España se quedó sin reina.
Gobierno Provisional y Constitución de 1869
Se creó un Gobierno Provisional encabezado por el General Serrano (como regente) y el General Prim (como jefe de gobierno). Este Gobierno Provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes, que elaboraron una nueva constitución (la Constitución de 1869, una de las más progresistas de la época).
Esta Constitución estableció una monarquía parlamentaria, por lo que se necesitaba buscar un nuevo rey (contemplaba división de poderes, derechos y deberes, etc.). Finalmente, se eligió como rey a Amadeo de Saboya (Amadeo I), de origen italiano.
Monarquía de Amadeo I (1871-1873)
Su reinado se conoce como Monarquía de Amadeo I. El gobierno se enfrentó a problemas de insurrección social (revueltas de campesinos, obreros y republicanos). Los movimientos campesinos, obreros y republicanos cobraron fuerza.
El General Prim, su principal valedor, murió asesinado poco antes de la llegada de Amadeo a España. Amadeo I, de la casa de Saboya (Italia), era un rey constitucional que respetaba la primacía de la Constitución. Amadeo I llegó tras el asesinato de Prim y se encontró con escaso apoyo político y social.
Tuvo varios problemas:
- Rechazo de los liberales moderados y los borbónicos, que lo consideraban ilegítimo y deseaban la restauración de los Borbones.
- Oposición de los republicanos (especialmente en Cataluña).
- Descontento de los movimientos obreros y campesinos.
- Inicio de la Guerra de los Diez Años en Cuba (1868), liderada por criollos, que buscaba la independencia y la abolición de la esclavitud (iniciada con el Grito de Yara antes de su llegada, pero que marcó su reinado).
- Inicio de la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), que no aceptaba al nuevo rey.
En 1873, Amadeo I renunció a la corona de España.
Primera República (1873-1874)
La Primera República se instauró ante el vacío de poder dejado por la renuncia de Amadeo I. El rey había renunciado, la reina estaba exiliada y los carlistas estaban en guerra por el trono.
Había dos corrientes republicanas:
- Republicanos Unitarios, partidarios de un estado centralizado (figuras como Salmerón y Castelar).
- Republicanos Federales, partidarios de un estado descentralizado en cantones o estados federados (figuras como Figueras y Pi i Margall).
La República fue vista con recelo por los sectores conservadores (monárquicos, gran burguesía, terratenientes) y con esperanza por los sectores populares (asalariados, jornaleros).
Presidentes de la República
Pi i Margall, republicano federalista, dimitió ante la insurrección cantonalista (movimiento que buscaba la independencia de regiones o ciudades), al negarse a usar la fuerza para reprimirla.
Los republicanos unitarios creyeron que podían solucionar la situación si se escogía a Salmerón. Este utilizó la fuerza (el ejército) para reprimir el cantonalismo. Algunos de los detenidos fueron encarcelados y otros condenados a muerte; Salmerón, contrario a la pena de muerte, dimitió.
Se escogió a Emilio Castelar. Castelar practicó una política más conservadora y autoritaria, llegando a cerrar las Cortes para hacer frente a la crisis. Las reabrió en enero de 1874 y convocó elecciones.
Ante la situación de incertidumbre y la posibilidad de un gobierno más a la izquierda, se produjo un golpe de estado en las Cortes. El golpe de estado estuvo capitaneado por el General Pavía. Pavía disolvió las Cortes y cedió el poder al General Serrano.
Serrano formó un gobierno provisional de carácter conservador, con apoyo de unionistas y progresistas de derechas. Este gobierno preparó el terreno para la restauración de la monarquía borbónica.