Régimen Franquista: Características, Etapas y Legado Histórico (1939-1975)

El Franquismo: Definición y Estructura del Régimen

La dictadura tuvo un carácter personal y fue impuesta por Francisco Franco, un militar con un repertorio político limitado. El régimen franquista destacó por su adaptación a las circunstancias y el reparto de poder, cuyo objetivo era acapararlo para perdurar en el tiempo.

Principios Fundamentales del Estado Totalitario

Franco creó un estado totalitario cuyos principios esenciales eran:

  • Concentración de todos los poderes en el Caudillo.
  • Antiliberalismo y anticomunismo.
  • Catolicismo y tradicionalismo.

El sistema político creado por Franco se autodefinía como democracia orgánica (Doc. 1), defendiendo el sufragio indirecto y corporativo y un único partido, frente al pluralismo democrático. Las Cortes estaban constituidas por procuradores, designados por el poder, de entre los miembros de las principales corporaciones del Estado, mediante una corporación por tercios.

Bases de Apoyo del Régimen

Franco se apoyó en primer lugar en el Ejército. Se valió de la FET y de las JONS, agrupando a los que apoyaron la insurrección militar en el Movimiento Nacional a través del Decreto de Unificación. El Movimiento, con Ramón Serrano Suñer al frente, se encargó de transmitir la doctrina política a través de la Formación del Espíritu Nacional. También se apoyó en la Iglesia, cuyo dominio era total y proporcionó cuadros al gobierno a través de la ACNP.

Convertido en Caudillo, el Cara al Sol se cantaba en todas partes y surgió una nueva clase social de ricos cuya fortuna procedía del estraperlo (mercado negro). La fuerte represión y las duras condiciones de vida hicieron que gran parte de la población se mantuviera al margen de la política. Medio millón de españoles se exiliaron, acabando en Hispanoamérica o, en algunos casos, en campos de exterminio nazi.

Primera Etapa: Autarquía y Aislamiento (1939-1959)

Represión y Oposición

Se mantuvo el estado de guerra hasta 1948. Leyes como la Ley de Responsabilidades Políticas (1939), la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo (1940) y la Ley de Seguridad del Estado (1941) persiguieron a los sospechosos de afinidad con la República. Estas leyes se aplicaron con carácter retroactivo y con tribunales militares como jueces.

La única resistencia armada inicial fue por parte de los maquis (guerrillas organizadas y armadas), cuya actividad se debilitó tras la aceptación del régimen por el Bloque Occidental. El gobierno republicano se reorganizó en el exilio mexicano, pero su dimisión y la falta de contacto con la península lo debilitaron. A partir de los años 50, surge la oposición interior, de carácter más social, que toma el relevo de los maquis y la oposición en el exilio.

Las Siete Leyes Fundamentales

Franco abolió la legislación republicana y promulgó sus 7 Leyes Fundamentales entre 1938 y 1967:

  1. Fuero del Trabajo (1938): Prohibía las huelgas y los sindicatos.
  2. Ley de Cortes (1942): Creó las Cortes Españolas formadas por procuradores.
  3. Fuero de los Españoles (1945): Declaración de derechos y deberes (Doc. 3).
  4. Ley del Referéndum Nacional (1945): Sometía a referéndum las cuestiones del Jefe de Estado.
  5. Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947): Autorizó a Franco a nombrar sucesor (respuesta al Manifiesto de Lausana).
  6. Ley de Principios Fundamentales del Movimiento (1958): Definía al Estado como una monarquía tradicional.
  7. Ley Orgánica del Estado (1967): Definía al sistema político español como una democracia orgánica.

Contexto Internacional y Fin del Aislamiento

La dictadura de Franco se enfrentó a la Segunda Guerra Mundial. España se declaró neutral, aunque apoyaba al fascismo. Franco firmó un acuerdo secreto con Hitler en 1940 en Hendaya (Francia) (Doc. 2).

Cuando Alemania e Italia fueron derrotadas, España sufrió un aislamiento internacional que perduró desde 1946 a 1950, debido al carácter totalitario del régimen. España no fue admitida en la ONU hasta 1955.

La Guerra Fría favoreció al régimen por su fuerte anticomunismo, lo que propició una tímida apertura económica al exterior. Franco firmó un Concordato con la Santa Sede y el Pacto de Madrid con EE. UU. (1953).

Economía Autárquica

La economía se caracterizaba por la autarquía (autoabastecimiento y cierre de fronteras). Los españoles recurrían al mercado negro. Respecto a la industria, el Estado fijaba precios y promovía empresas a través del Instituto Nacional de Industria (INI), creado en 1941. El desarrollo económico era imposible y la renta nacional per cápita se mantuvo a un nivel inferior al de 1935.

Segunda Etapa: Aperturismo y Desarrollismo (1959-1973)

Cambios Políticos y Legislativos

El aperturismo político requirió cambios ministeriales, dando paso a la etapa de los tecnócratas (ministros del Opus Dei de formación universitaria), que eran muy conservadores e iniciaron el aperturismo económico.

La Ley Orgánica del Estado (1967) consolidó las bases de la democracia orgánica e introdujo el tercio de familia. Otras leyes importantes fueron:

  • Ley de Prensa (1966): Manuel Fraga eliminó la censura previa.
  • Ley de Libertades Religiosas (1967): Reconocía la existencia de otras confesiones religiosas.
  • Ley de Educación (1970): Extendió la enseñanza obligatoria hasta los 14 años.

Además, Don Juan Carlos fue nombrado sucesor de Franco a título de Rey.

El Milagro Español y el Desarrollo Económico

En 1959 se produjo el desarrollo económico, cuya primera manifestación fue el Plan de Estabilización, que eliminó las trabas a la importación y al comercio. Se inició uno de los procesos de crecimiento más rápidos de la historia de España, conocido como el Milagro Español. Se crearon los Planes de Desarrollo que reducían los desequilibrios territoriales. El turismo fue la actividad más importante y la agricultura el sector más olvidado, lo que impulsó la emigración, obligando a introducir la mecanización y nuevas técnicas de cultivo.

Transformaciones Sociales

El desarrollo económico trajo consigo profundos cambios sociales. El crecimiento de la renta per cápita permitió el nacimiento de la sociedad de consumo. La mortalidad se contrajo al mejorar la alimentación y la sanidad, y la natalidad aumentó. La emigración supuso un acelerado proceso de urbanización, a menudo carente de servicios mínimos y con la proliferación de chabolas. La práctica religiosa disminuyó y el rigorismo moral se relajó con la modernización que trajo el Concilio Vaticano II.

Resurgimiento de la Oposición

Estos cambios condujeron a la crisis del régimen. A partir de los sesenta, se infiltraron los sindicatos clandestinos. Se unieron el PCE y el PSOE, y surgieron grupos radicales como la FRAP y el GRAPO. Los demócratas de Gil Robles fueron protagonistas del Congreso de Múnich en 1962, una reunión condenada por el franquismo y calificada como el Contubernio de Múnich, lo que llevó al encarcelamiento de los participantes.

Tercera Etapa: Crisis y Final del Régimen (1973-1975)

División Interna y Terrorismo

Resurgió el nacionalismo, en cuyo seno nacieron grupos armados como ETA (País Vasco).

Los últimos años se caracterizaron por la división interna entre los aperturistas (liderados por Fraga) y los inmovilistas (conocidos como «el búnker»). Franco renunció a las funciones de Presidente de Gobierno y nombró a Luis Carrero Blanco en 1973, quien fue asesinado por ETA. Fue sustituido por Carlos Arias Navarro, que adoptó una política inmovilista, lo que incrementó la oposición y la represión.

El régimen franquista recurrió a la persecución judicial contra el Proceso 1001, el Proceso de Burgos, y la ejecución del anarquista catalán Salvador Puig Antich. La debilidad del régimen se hacía palpable en la política exterior.

Descolonización y Transición

La descolonización incluyó el Protectorado de Marruecos y Guinea Ecuatorial, y culminó con la crisis del Sáhara Español, reclamada por el Frente Polisario. Las ambiciones marroquíes llevaron a Hasán II a organizar la Marcha Verde en 1975. Para evitar la guerra, el gobierno español firmó el Acuerdo de Madrid.

La oposición se organizó en torno a la Junta Democrática y a la Plataforma de Convergencia Democrática, conocida como la Platajunta, que defendía la ruptura con el franquismo y la instauración de la democracia.

El franquismo murió con el propio dictador. El sistema democrático fue fruto de un proceso pactado entre la oposición y los herederos del franquismo que llevaría, durante la Transición, al restablecimiento de la democracia.

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