Revoluciones y Transformaciones del Siglo XIX: Conceptos Clave e Impacto Social

Conceptos Clave de las Revoluciones Atlánticas y el Siglo XIX

Revolución Americana

La Revolución Americana fue un conflicto entre las trece colonias británicas en América del Norte y su metrópoli, Gran Bretaña. Este proceso revolucionario abarcó dos eventos principales: la Guerra de Independencia (1775-1783) y la subsiguiente formación del gobierno establecido por la Constitución de los Estados Unidos de América en 1787.

Motín del Té

El Motín del Té fue un acto de protesta de los colonos americanos contra Gran Bretaña, en el que se lanzó al mar un cargamento completo de té. Es considerado un precedente clave de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.

Estados Generales

Los Estados Generales eran una asamblea representativa en Francia, compuesta por los delegados de los tres estamentos o «brazos» de la sociedad: la nobleza, el clero y el Tercer Estado (o estado llano). Eran convocados por el rey para tratar asuntos de gran interés nacional. En 1789, bajo el reinado de Luis XVI, se reunieron por última vez y, tras un proceso de transformación, se constituyeron en la Asamblea Nacional Constituyente.

Soberanía

La Soberanía es el poder político supremo e independiente que reside en un Estado.

Sans-Culottes

Los Sans-Culottes, cuyo nombre significa literalmente «sin calzones», eran los partidarios de las facciones revolucionarias de izquierda en Francia a partir de 1789. Pertenecían a las clases sociales más bajas, dedicándose típicamente a labores manuales como artesanos, obreros y campesinos.

El Terror (Política del Terror)

La Política del Terror, o simplemente El Terror, fue un periodo de la Revolución Francesa caracterizado por una intensa violencia política. Se extendió desde septiembre de 1793 hasta la primavera de 1794 y ha sido objeto de numerosos debates históricos.

Girondinos

Los Girondinos eran un grupo político moderado y federalista dentro de la Asamblea Nacional y la Convención Nacional francesa. Estaban compuestos principalmente por diputados procedentes del departamento de la Gironda.

Jacobinos

Los Jacobinos eran los miembros del influyente grupo político de la Revolución Francesa conocido como el Club de los Jacobinos. Su sede principal se ubicaba en París, en el convento de los frailes dominicos de la calle Saint-Honoré.

Bloqueo Continental

El Bloqueo Continental fue la estrategia principal de la política exterior del emperador Napoleón I de Francia, diseñada para debilitar al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda mediante la prohibición del comercio con el continente europeo.

Santa Alianza

La Santa Alianza fue un tratado de carácter personal firmado por los monarcas de Austria, Rusia y Prusia el 26 de septiembre de 1815 en París, tras las Guerras Napoleónicas.

Congreso de Viena

El Congreso de Viena fue un encuentro internacional celebrado en la capital austriaca entre 1814 y 1815. Su objetivo principal fue restablecer las fronteras de Europa tras la derrota de Napoleón Bonaparte y reorganizar el orden político bajo los principios del Antiguo Régimen.

La Restauración

La Restauración hace alusión al período histórico comprendido entre la caída definitiva de Napoleón (1815) y el inicio del proceso revolucionario de 1830.

Nacionalismo Disgregador

El Nacionalismo Disgregador se refiere a los movimientos de naciones que, considerándose sometidas a otros estados, aspiraban a constituirse como Estados-Nación independientes.

Nacionalismo Unificador

El Nacionalismo Unificador defendía la idea de que territorios con rasgos culturales y étnicos comunes, pero políticamente fragmentados en varios estados, debían unificarse en un solo Estado-Nación.

Profundizando en las Revoluciones y sus Consecuencias

La Revolución Americana

Causas de la Revolución Americana

  • El elevado coste de la Guerra de los Siete Años (entre británicos y franceses), que llevó a Gran Bretaña a imponer nuevos impuestos a las colonias.
  • La oposición de los colonos a pagar impuestos británicos sin representación en el Parlamento.
  • Las políticas comerciales británicas que perjudicaban a los comerciantes coloniales.
  • La difusión de ideas ilustradas y liberales que promovían la autonomía y los derechos individuales.

La Constitución de los Estados Unidos

Antes de la Constitución, cada una de las trece colonias funcionaba como un estado independiente. La Constitución de los Estados Unidos, redactada en la Convención de Filadelfia en 1787 (con figuras clave como Alexander Hamilton), estableció un sistema de gobierno federal con una clara división de poderes:

  • Poder Legislativo: Compuesto por dos cámaras (bicameral): el Senado y la Cámara de Representantes.
  • Poder Ejecutivo: Encabezado por un Presidente.
  • Poder Judicial: Liderado por un Tribunal Supremo.

La Revolución Francesa

Causas de la Revolución Francesa

  • Causas Económicas, Sociales y Financieras: Un desequilibrio entre los gastos (guerras, corte real) y los ingresos del Estado, agravado por la negativa de los estamentos privilegiados a pagar impuestos. El aumento de los precios de los productos básicos generó un profundo descontento popular.
  • Causas Políticas: La convocatoria de los Estados Generales, donde la disputa sobre el sistema de voto (por estamento o por persona) evidenció la crisis del Antiguo Régimen.
  • Causas Ideológicas: La difusión de las ideas de la Ilustración, que cuestionaban las estructuras del Estado absolutista y la sociedad estamental, promoviendo conceptos como la soberanía popular y la igualdad.

Desarrollo y Etapas de la Revolución Francesa

1. La Asamblea Nacional (1789-1792)

El punto de partida fue la reunión de los Estados Generales. La negativa de los estamentos privilegiados a aceptar el voto por persona, en lugar del voto por estamento, llevó al Tercer Estado a proclamarse Asamblea Nacional. A pesar de los intentos del rey por disolverla, sus miembros juraron no separarse hasta dotar a Francia de una constitución (Juramento del Juego de Pelota), transformándose en la Asamblea Nacional Constituyente. Este periodo marcó el paso de una revuelta institucional a una popular.

2. La Convención Nacional (1792-1795)

La Convención se inició tras la victoria francesa sobre los prusianos en Valmy. Al día siguiente, se proclamó la República. En esta etapa, se distinguieron tres grupos principales:

  • Girondinos: Liderados por Brissot, representaban a la burguesía moderada.
  • Jacobinos (o Montañeses): Dirigidos por figuras como Robespierre, Marat y Danton, eran los revolucionarios más radicales.
  • La Llanura: Un grupo de burgueses defensores del derecho a la propiedad, que oscilaban entre girondinos y jacobinos.

Durante el dominio jacobino, se estableció un régimen revolucionario radical conocido como El Terror (septiembre de 1793 – primavera de 1794), caracterizado por detenciones y ejecuciones masivas. Se amplió la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y se implementaron medidas económicas y sociales, como la Ley del Máximo General.

3. La República Conservadora: El Directorio (1795-1799)

Tras la caída de Robespierre (Reacción Termidoriana), se instauró una república conservadora dominada por la burguesía moderada. La Constitución de 1795 estableció un sufragio censitario y un poder ejecutivo colegiado (el Directorio), con dos cámaras legislativas. Esta constitución significó un retorno a los principios revolucionarios más moderados de 1789. Ante los problemas internos y externos, el Directorio recurrió cada vez más al ejército, lo que culminó en el golpe de estado del 18 de Brumario (1799), liderado por Napoleón Bonaparte, que puso fin a la Revolución Francesa.

La Restauración y las Oleadas Revolucionarias del Siglo XIX

La Restauración Europea (1815-1830)

La Restauración fue el periodo inmediatamente posterior a la derrota definitiva de Napoleón (1815). Se caracterizó por un intento de reacción y retorno a los principios del Antiguo Régimen. Su ideología principal fue el Legitimismo, que buscaba garantizar los derechos legítimos de los monarcas absolutos.

El Congreso de Viena (1814-1815)

Este encuentro internacional tuvo como objetivo principal restablecer el equilibrio de poder entre las potencias europeas y rediseñar el mapa del continente tras las Guerras Napoleónicas. Los países implicados fueron Austria, Prusia, Rusia, Gran Bretaña y, posteriormente, Francia.

La Santa Alianza

Formada tras la derrota de Napoleón, la Santa Alianza fue una coalición entre Rusia, Prusia y Austria. A diferencia de las alianzas estratégicas surgidas del Congreso de Viena, su fin principal era el mantenimiento del absolutismo y la defensa frente a cualquier amenaza liberal o revolucionaria (ejemplo: la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis en España).

Las Oleadas Revolucionarias del Siglo XIX

El siglo XIX fue testigo de varias oleadas revolucionarias que desafiaron el orden de la Restauración:

1. Las Revoluciones de 1820-1825

Se iniciaron en España con el pronunciamiento de Riego y se extendieron por Portugal, los estados italianos, Grecia y América Latina. Sus causas principales fueron la lucha contra el absolutismo y el auge del nacionalismo. Se caracterizaron por nuevas formas de lucha, como las sociedades secretas, y el importante papel del ejército. Aunque muchas fueron sofocadas por la Santa Alianza, triunfaron en:

  • Grecia: Logró su independencia del Imperio Otomano.
  • América Latina: Se consolidaron los procesos de autogobierno e independencia, con la excepción de Cuba y Puerto Rico.

2. Las Revoluciones de 1830

Esta oleada se inició en Francia y se extendió a Bélgica, impulsada por el nacionalismo y el liberalismo. Sus principales éxitos fueron:

  • Francia: La caída de la monarquía borbónica absolutista y el establecimiento de una monarquía liberal.
  • Bélgica: Logró su independencia de Holanda (a la que había sido unida en 1815) debido a diferencias religiosas y económicas (Holanda estaba más desarrollada industrialmente).

En otros lugares, como Polonia, las revoluciones fracasaron, a menudo por la falta de apoyo exterior y la represión de las potencias absolutistas.

3. Las Revoluciones de 1848 (La Primavera de los Pueblos)

Estas revoluciones tuvieron causas diversas:

  • Causas Económicas: Una grave crisis agrícola y financiera en 1847.
  • Causas Políticas Internacionales: La ruptura de la alianza entre Francia y el Reino Unido.
  • Avance de Movimientos Sociales: El creciente peso del movimiento obrero, republicano y socialista.

El epicentro fue Francia, donde la prohibición de actos revolucionarios en París llevó a la abdicación de Luis Felipe de Orleans. El nuevo gobierno provisional adoptó medidas de carácter revolucionario:

  • Elecciones por sufragio universal masculino.
  • Abolición de la esclavitud.
  • Reducción de la jornada laboral a 10 horas.
  • Reconocimiento del derecho a huelga.

Aunque inicialmente exitosas, muchas de estas revoluciones fueron finalmente sofocadas, y en Francia, el proceso culminó con la asunción de plenos poderes por parte de Luis Napoleón Bonaparte (Napoleón III).

La Sociedad Industrial y el Proletariado

Características de la Sociedad Industrial

La Revolución Industrial, iniciada en el Reino Unido, transformó radicalmente la sociedad. Se produjo un rápido crecimiento de las ciudades debido al éxodo rural, concentrando fábricas, burgueses y obreros. Sin embargo, esta nueva sociedad no era homogénea, ya que no todas las zonas se industrializaron al mismo ritmo ni toda la población trabajaba en la industria. Los problemas asociados a la industrialización incluían la pobreza, la miseria y las pésimas condiciones de vida y trabajo de los obreros.

Podemos distinguir varios tipos de sociedades en este periodo:

  • Sociedades Rurales Tradicionales: Predominaban la agricultura de subsistencia y las profesiones liberales. Este modelo era común en países como Portugal, España e Italia.
  • Sociedades Rurales Evolucionadas: La actividad básica era una agricultura de mercado o comercial, impulsada por el crecimiento demográfico y la demanda de alimentos.
  • Sociedades Urbanas (Industriales): Caracterizadas por la industrialización y un significativo éxodo rural. En ellas predominaban la burguesía industrial, las clases medias y la gran mayoría de la población proletaria.

El Proletariado y sus Condiciones de Vida

La clase obrera (o proletariado) estaba compuesta principalmente por campesinos que migraban a las ciudades, artesanos y trabajadores del sistema de trabajo a domicilio que se incorporaban a las fábricas. Sus condiciones laborales eran extremadamente precarias:

  • Largas jornadas laborales.
  • Disciplina muy estricta, a menudo con castigos corporales.
  • Supresión de descansos y días festivos.
  • Despidos frecuentes y ausencia total de derechos laborales.

El trabajo infantil era una parte esencial de la economía familiar y, lamentablemente, existía una opinión social favorable a su existencia. La legislación protectora de la infancia era escasa y su aplicación, deficiente.

El Movimiento Obrero y sus Ideologías

El surgimiento de la sociedad industrial trajo consigo la aparición de una nueva clase social, el proletariado, cuyas duras condiciones de vida y trabajo impulsaron el desarrollo de diversas ideologías que buscaban transformar el orden social. Grandes pensadores denunciaron la situación de la clase obrera y propusieron soluciones, dando origen a las principales corrientes del movimiento obrero:

1. Socialismo Utópico

Los primeros socialistas, denominados «utópicos», denunciaron las miserias y desigualdades del proletariado, proyectando sociedades alternativas ideales. Sus bases eran:

  • La búsqueda de una sociedad ideal, perfecta, basada en la armonía, la paz y la felicidad.
  • La consecución de estos objetivos por medios pacíficos.
  • La defensa del progreso industrial, aunque criticando sus efectos sociales negativos.

Pensadores destacados fueron el Conde de Saint-Simon, Charles Fourier y Robert Owen. Este último, empresario textil, aplicó medidas para mejorar las condiciones de vida de sus trabajadores, como salarios justos, educación infantil y reducción de la jornada laboral.

2. Socialismo Marxista (Científico)

Desarrollado por Karl Marx y Friedrich Engels, quienes publicaron el Manifiesto Comunista (1848). Su sistema de análisis de la sociedad, conocido como materialismo histórico, sostenía que en cada etapa de la evolución histórica, las relaciones sociales de producción determinan las clases sociales. La historia es la historia de la lucha de clases, donde se dan condiciones de explotación y dominio. Marx denominó a estas etapas «modos de producción».

En el modo de producción capitalista, la lucha principal se da entre la burguesía y el proletariado. Los marxistas defendían la sustitución del capitalismo por una sociedad comunista, sin clases sociales y sin propiedad privada. Para lograrlo, proponían la lucha de clases y una etapa transitoria de dictadura del proletariado.

3. Anarquismo

El término Anarquismo significa literalmente «sin autoridad». Fue una corriente de rebelión social más radical que el marxismo, con objetivos como la destrucción del orden social burgués y del Estado. Sus principales exponentes fueron Proudhon, Bakunin y Kropotkin.

Marxismo y Anarquismo: Semejanza y Diferencias

Ambas ideologías pretendían alcanzar una sociedad sin clases y sin propiedad privada (sociedad comunista o anarquista). La principal diferencia radicaba en el modo de alcanzarla:

  • El Marxismo proponía una etapa previa de dictadura del proletariado para transitar hacia el comunismo.
  • El Anarquismo abogaba por la destrucción directa del Estado y de toda autoridad, sin etapas intermedias.

Ludismo

El Ludismo fue uno de los fenómenos más destacados de las etapas iniciales del movimiento obrero. Consistió en la destrucción de máquinas por parte de trabajadores (hiladores, tejedores, artesanos) que veían en ellas una amenaza para su futuro laboral. Los motines luditas tuvieron lugar en varios ciclos, coincidiendo a menudo con periodos de crisis económica, malas cosechas y alta inflación, como los años de las Guerras Napoleónicas.

Cartismo

El Cartismo fue un movimiento de masas de carácter político surgido en Gran Bretaña. Reclamaba una serie de derechos y reformas, plasmados en la «Carta del Pueblo», entre los que destacaban:

  • Sufragio universal masculino.
  • Independencia de los diputados (eliminación del requisito de propiedad para ser elegido).
  • Jornada laboral de ocho horas.
  • Revisión de las leyes sobre los pobres.

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