Toma de cataluña guerra civil

3º.- EVOLUCIÓN INTERNA DE LOS DOS BANDOS

1. Bando Republicano

Durante los tres años de guerra, las organizaciones obreras (UGT, CNT, FAI, POUM…) se fueron haciendo poco a poco con el control de la vida socio-política. Todo lo que en su ideología marxista había sido propio de la burguesía y las clases medias se perseguiría sin piedad: la Iglesia (salvo en Euskadi), sus miembros, sus edificios, sus fieles destacados, etc.; los militares oficiales del ejército (ellos formarían el suyo propio a base de cuerpos especiales de asalto, carabineros, mossos d’esquadra, milicias, libertarias, ex presidiarios, brigadas internacionales…); también se persiguió a los políticos republicanos que no actuasen de acuerdo a una ideología marxista; los propietarios de fincas o de comercios que se negasen a entregar sus bienes a la causa de la República y todos aquellos que en algún momento hubiesen defendido públicamente la monarquía.

Se consideraba que había llegado el momento de la revolución social hecha por los obreros. Lo más importante era la colectivización de la propiedad privada, que se realiza de manera autónoma y dispersa por localidades. Un ejemplo de ello es la colectivización de todas las minas en Cartagena, que pasaron a manos de mineros. La colectivización fue un fracaso, pues no se supo comercializar, ni explotar adecuadamente. Las iglesias y colegios religiosos fueron incendiados e incautados, convirtiéndolos en almacenes y despachos municipales y sindicales, salvándose tan solo las imágenes que la gente pudo esconder.

Los primeros meses de la guerra fueron de caos organizativo. El Gobierno consideró que era un Alzamiento sin importancia hasta que unos días más tarde se encontró a la Legión en la península. Con el control de la Armada de Cartagena, Valencia y Barcelona y la aviación, se consideró que el repliegue de los militares sería rápido. En el Parlamento, surgió la disputa sobre qué era prioritario, si la guerra o la revolución social. Se acordó que las maniobras militares las hicieran los políticos, que nombraron presidente de Gobierno a un hombre más fuerte y con conexiones en el exterior: el socialista Largo Caballero, que permitió a los sindicatos controlar los Ayuntamientos y que iniciasen las colectivizaciones. Su plan era seguir los pasos de Lenin en Rusia.

Azaña debía como Presidente de la República controlar las relaciones internacionales para lograr adeptos, planteando la situación como una guerra contra el fascismo y la extrema derecha, a la que ya se le tenía cierto temor por el antisemitismo. Al necesitar dinero el Estado, se realizaron maniobras económicas como requisa de todas las sedes y periódicos afines a los partidos monárquicos y de derechas, control de los Bancos que pasan a ser nacionalizados, requisa del parque automovilístico, control de alimentos con bonos de racionamiento, entrega obligatoria de joyas y oro etc. Las garantías constitucionales quedaron suspendidas por el gobierno del Frente Popular y se declaró el Estado de Guerra, abriéndose las cárceles. Con ello se permitían todo tipo de irregularidades: censura, registros de viviendas, paseos de sospechosos, requisas, detenciones sin orden judicial, juicios populares irregulares etc.

En otoño del 36, Largo Caballero reorganiza el ejército llamado Popular de la República formando las Brigadas Mixtas organizadas por Regimientos. Se permitió que algunos de ellos dependiesen directamente de partidos políticos como la Quinta Columna -de 60.000 hombres- que pertenecía al PCE y dependían de Stalin. Eran eficaces y disciplinados y preferían primero la guerra a la revolución. Gracias a ellos y a las Brigadas Internacionales consiguieron evitar la toma de Madrid por los nacionales (lo que habría terminado la guerra en poco tiempo y habría sido menos duro su desarrollo). Pero bajo el lema “No pasarán” y el corredor aéreo del levante con la llegada de suministros y voluntarios comunistas y demócratas extranjeros se consiguió que el sitio a Madrid fracasara. Aun así el gobierno huyó a Valencia. Así la capital se quedó en manos de los comunistas que realizaron una represión muy dura, como los fusilamientos en masa de Paracuellos y Guadarrama.

Esta desunión del ejército provocó que unidades anarquistas como la Columna de Hierro de Aragón o la Columna Durruti de ERC se negasen a acatar órdenes de los políticos en la organización de la guerra. Así, en mayo de 1937 estalló en Barcelona una auténtica guerra entre anarquistas y comunistas-socialistas que formaron el partido socialista de Cataluña (PSC). El enfrentamiento fue callejero y el gobierno de la Generalitat de Compmanys (la Lliga) fue incapaz de mantener el orden. Los anarquistas (CNT,POUM) proclamaban el Estat Anarquista de Cataluña y declararon la guerra a los socialistas. El gobierno de Largo Caballero cayó y Azaña nombró Presidente al Doctor Negrín (del ala dura de PSOE) que inició el control sistemático de los anarquistas y nombró mayoritariamente comunistas en su nuevo gobierno que ya es partidario de una política de guerra, posponer la revolución, reorganizar el ejército y contraatacar, ya que los nacionales están controlando toda la zona norte. Así, traslada el gobierno a Barcelona para controlar la situación e intenta negociar con los nacionales.


El fracaso de las negociaciones, en 1938, le lleva a operaciones arriesgadas para obtener dinero (años 38-39). Se decide la salida de España, para posterior venta, de los fondos del Museo del Prado que se envían por tren a Suiza. También sale, por Cartagena, todo el oro del Banco de España rumbo a Moscú. Igualmente se negocia la salida de refugiados políticos. Mientras se hace tiempo contraatacando Aragón. La KGB recomendaba a Negrín alargar la guerra pues se vislumbraba un conflicto europeo y en tal caso las guerras se enlazarían y podrían ganar. Antes del fin de la guerra el Dr. Negrín y el gobierno huye y se queda a cargo del final de la guerra y el exilio el masón republicano Martínez Barrios (Unión Republicana), que se enfrenta abiertamente a los comunistas que se negaban a abandonar Madrid cuando todo estaba perdido y organiza la salida de los últimos refugiados desde Alicante que fueron a parar al Norte de África y a Francia.

2. Bando Franquista

Hay un solo objetivo: ganar la guerra y tomar el poder para implantar una dictadura militar al modo de la de Primo de Rivera. Desde el primer momento el Alzamiento se declaró antimonárquico, por lo que los políticos de la CEDA quedaron desplazados.

En un principio, el jefe iba a ser el conspirador Sanjurjo, pero murió en accidente aéreo. Los demás militares debían obedecer a Franco y Mola, pero Franco tenía contactos en el extranjero, conocía a la masonería (había intentado pertenecer a ella) y tenía contacto con empresarios que le adelantaron dinero y además era el jefe de la Legión. Por ello fue nombrado Jefe de Estado y Gobierno y Generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire. Solo el sector norte quedaba a cargo de Mola que murió en el asedio a Bilbao, pasando todo el poder a Franco.

En un principio, se encontró con la zona que llamó nacional donde la mayoría de la población era monárquica o de centro. Destituyó a sus políticos, pero se encontró que no tenía políticos para mantener las instituciones. El se negó a nombrar militares, los necesitaba en el ejército así que decidió apoyarse en los partidos minoritarios de Calvo Sotelo (B.N de Unión Patriótica) y José Antonio Primo de Rivera de la Falange. Ambos muertos. Este segundo tenía un ideario político fascista y muchos jóvenes universitarios. A estos les da el control de la situación social, que a su vez él dirige desde Burgos que la convierte en su cuartel general. Prohíbe los partidos políticos, la masonería y los sindicatos, establece la censura, permite el cine y los espectáculos públicos, salvo carnavales y casinos, devuelve las propiedades incautadas, abrió las escuelas, iglesias y universidades, obliga a viajar por España con salvoconducto, da mucha importancia al ejército y a las mujeres, emite monedas propia e invalida la republicana en su zona.

Para evitar disputas entre los jóvenes en la campaña del norte realiza un acto para neutralizar a los carlistas da una Decreto de Unificación por el que la Falange, la JONS y los Carlistas (cuyo ejército eran los Requetés, actual Ertzaintza) quedan todos unificados en un solo partido que recibe el nombre de Movimiento y el General es su único jefe. Sería el único partido admitido y estar afiliado a él garantizaba adhesión al régimen y era obligatorio para ser funcionario. En él había un grupo exclusivamente femenino La Sección

Femenina a la que cada vez se le daría más poder y sería la encargada de todo lo relacionado con la Cultura, la enseñanza Primaria y Media y los asuntos sociales, especialmente enfermería y niños abandonados.

En 1938, se promulgó el Fuero del Trabajo, lo más parecido a una posible Constitución, donde España era definida como una Republica Sindicalista no marxista organizada en una estructura triple: la familia, el municipio y los Sindicatos Verticales. Los principios del nuevo régimen era que mantener España como Una, Grande y Libre. (Eslogan del nuevo régimen).

En cuanto a la relación con la Institución eclesiástica es un asunto polémico. Tener un crucifijo en casa era suficiente para encarcelarte, y se sacerdote o maestro fraile suficiente para ser fusilado o martirizado, provocó un apoyo de las jerarquías católicas y de parte de la población al Movimiento. Los Obispos escribieron una Carta pidiendo a Europa que comprendiesen su mala e incómoda situación. A su vez, los nacionales manipularon a los católicos planteando la guerra en algunos sitios como una Cruzada contra el ateísmo marxista y así aparecía en muchos carteles. El Vaticano se negó siempre a considerarlo una Cruzada, las relaciones con el dictador fueron de prudencia durante toda la guerra. Cuando esta acabó se negó a ser manipulada y las relaciones estuvieron rotas durante once años, aunque el Dictador procuraba la aprobación de su régimen y represión.

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