Transición y Consolidación Democrática en España: de la UCD al PSOE (1979-1996)

1. La segunda etapa de la UCD (1979-1982)

Aprobada la Constitución, se disolvieron las Cortes y se convocaron elecciones para marzo de 1979. El triunfo fue de nuevo para la UCD de Adolfo Suárez con 168 diputados; el PSOE obtuvo 121 diputados y, como tercera fuerza política, quedaron el PCE (23 escaños) y Coalición Democrática (antigua Alianza Popular) con 9 diputados.

1.1. El gobierno de Adolfo Suárez (1979-1981)

El nuevo gobierno comenzó en minoría y con un partido (UCD) cada vez más desunido. Continuó con la tarea reformista. Los principales problemas venían del lado de la crisis económica, con aumento del paro, y también por la implantación del Estado de las Autonomías, que generaba tensiones entre las regiones y el gobierno central. Pero sin duda, el problema más grave llegó de dos frentes: por un lado, el terrorismo de ETA, siendo una de las etapas más sangrientas de la banda; por otro, de sectores involucionistas del ejército con intentonas de golpe de estado (noviembre de 1980 en la cafetería madrileña Galaxia).

Tras la sensible caída de votos para UCD en las elecciones municipales y autonómicas, y tras la fallida moción de censura presentada por el PSOE a Suárez, la figura del presidente perdió muchos apoyos en el partido. Por todos estos problemas, acabó presentando su dimisión y proponiendo como sustituto a Leopoldo Calvo Sotelo.

1.2. El golpe del 23F y el gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo

Más ruidosa fue la intentona de Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 (“23-F”) llevada a cabo por el Teniente Coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero. Con el apoyo de militares y la Guardia Civil, entró armado en el Congreso de los Diputados en un contexto delicado.

Leopoldo Calvo Sotelo había de ser investido ese mismo día como presidente del gobierno. Al mismo tiempo que ocurrían estos hechos en el Congreso, el Capitán General Milán del Bosch se sublevaba en Valencia sacando los tanques a las calles para imponer un Golpe de Estado militar que paralizara el proceso democrático. Tras varias horas de secuestro de los diputados, la intervención del rey Juan Carlos I deslegitimó la intentona militar, lo que le granjeó gran popularidad entre la población española, que salió en masa en una manifestación el día 26, en pro de la democracia.

Calvo Sotelo mantuvo una línea continuista con el gobierno anterior, pero no pudo evitar la completa fragmentación de UCD, que fue abandonada incluso por Suárez. Por tanto, convocaría elecciones para octubre de 1982. Es ahí donde llega el punto de inflexión de este período de gobierno, con la victoria por mayoría absoluta del PSOE, que había conseguido 202 de los 350 diputados con las promesas de sacar a España de la OTAN y crear 800.000 puestos de trabajo.

2. Los gobiernos en democracia (1982-2000)

2.1. Etapa de gobierno socialista (1982-1996)

Tras la victoria del PSOE en las elecciones del 28 de octubre de 1982, fue elegido como presidente del gobierno Felipe González Márquez, manteniéndose en el poder durante cuatro legislaturas, tres de ellas con mayoría absoluta.

El PSOE obtuvo 10 millones de votos (en un censo de 26 millones), Alianza Popular, que había sido reorganizada por Fraga, obtuvo 5 millones; la tercera fuerza política más votada fue Convergencia i Unió y el PCE con 4 escaños. UCD y PCE quedaron en una gran crisis.

El cambio socialista se tradujo en un amplio programa de reformas centrado especialmente en la salida de la crisis económica y el avance hacia el Estado de Bienestar. Miguel Boyer (Hacienda) y Carlos Solchaga (Industria) llevaron a cabo procesos de reforma fiscal y de reconversión industrial, y aunque mejoró la protección por desempleo, no se consiguió frenar el paro.

Hubo también una importante batería de reformas sociales, con una nueva ley educativa, la despenalización del aborto, entre otras.

Se promovió también una reforma para la democratización del ejército y de los Cuerpos de Seguridad del Estado.

En cuanto a la política exterior, destacan la permanencia de España en la OTAN, por un lado, y la incorporación plena de España a la Comunidad Económica Europea (CEE). Finalmente, el 12 de junio se firmó el Tratado de Adhesión y el 1 de enero de 1986 España entraba en la CEE.

En materia terrorista (más de 100 muertos durante la legislatura) se aprobó el Pacto de Ajuria Enea (1988) con todas las fuerzas políticas vascas contra el terrorismo. (Entre los firmantes: EE, Euskadiko Ezkerra; EA, Eusko Alkartasuna).

El segundo gobierno socialista (1986-1989), que también comenzó con la mayoría absoluta del PSOE, empezó a encontrar cierto desencanto entre la clase obrera, que estaba acuciada por el paro y el cierre de industrias que resultaban poco competitivas. Esto propició cierta crisis en el PSOE: crisis interna entre el sindicato UGT y el líder del partido (principalmente debido a las medidas de austeridad adoptadas para reactivar la economía).

El tercer gobierno socialista comenzó tras el adelanto electoral a 1989 (Felipe González adelantó la convocatoria debido a los desacuerdos del Gobierno con los sindicatos mayoritarios, UGT (afín al PSOE) y CCOO, que convocaron una huelga general el 14 de diciembre de 1988). Las novedades fueron que a dichas elecciones se presentó reformado el partido Alianza Popular, convertido en el Partido Popular, con un nuevo dirigente: José María Aznar. El PCE fraguaba, en torno a Julio Anguita, una coalición de partidos de izquierda, denominada Izquierda Unida. El PSOE ganó de nuevo, quedando a un diputado de la mayoría absoluta. La economía comenzó a crecer, al menos hasta 1992, coincidiendo con la preparación de la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona. Sin embargo, pasados ambos acontecimientos, la economía se volvió a resentir, a lo que hay que sumar los casos de corrupción que salen a la luz atribuidos a personas vinculadas al gobierno (Luis Roldán, Juan Guerra, Mariano Rubio).

En este clima se convocan nuevas elecciones para 1993, que volvió a ganar el PSOE, pero seguido muy de cerca por el PP. Para su cuarta legislatura, González contó con el apoyo de los nacionalistas vascos y catalanes. El clima de crispación social iba en aumento y se vivió una huelga general en 1994 contra la reforma laboral propuesta por el PSOE. Especial impacto tuvo la llamada “Guerra Sucia” contra el terrorismo de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) y ciertos sectores de la policía que había perpetrado una treintena de atentados contra miembros de ETA.

Todo esto mermó la popularidad del gobierno socialista y el liderazgo de Felipe González.

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