El presente documento aborda la renuncia de Amadeo I a la Corona de España, un evento crucial que marcó el fin de su breve reinado y el inicio de la Primera República Española.
Clasificación y Tipología del Documento
Este documento es un texto histórico circunstancial, aunque también podría considerarse jurídico, dado que la abdicación y renuncia de Amadeo I supuso un cambio en la Jefatura de Estado y en el propio tipo de Estado en España, pasando de una monarquía democrática a la proclamación de la Primera República. Su naturaleza es claramente política. Se trata de una fuente primaria y directa.
El texto se enmarca dentro del Sexenio Democrático (1868-1874), un periodo de profundos cambios que se inicia con el destronamiento de Isabel II y concluye con el pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto, que restauró la monarquía en la figura de Alfonso XII, hijo de Isabel II.
Va dirigido principalmente a los diputados del Congreso, pero en un sentido más amplio, el rey Amadeo I se dirige a la Nación, al pueblo español, que fue quien le entregó la Corona de forma democrática mediante la votación en las Cortes en 1870.
El autor es Amadeo I de Saboya, rey de España desde enero de 1871 hasta febrero de 1873. Hijo del rey Víctor Manuel II, unificador del reino de Italia desde el Piamonte-Cerdeña, Amadeo, duque de Aosta, fue el candidato defendido por el general Prim, cuyo asesinato en diciembre de 1870 imposibilitó la presencia de un «hombre fuerte» durante su breve reinado.
Contexto Histórico: El Sexenio Democrático
La Revolución de Septiembre de 1868, conocida como La Gloriosa, se caracterizó por el amplio reconocimiento de derechos individuales y un aumento en la capacidad de decisión de los poderes emanados de las elecciones. El Gobierno Provisional, presidido por Serrano en Madrid, disolvió las Juntas revolucionarias, aunque aceptó gran parte de sus reivindicaciones, excepto la supresión de las quintas.
Entre los derechos y reformas más destacados de este periodo se encuentran:
- La emancipación de los hijos de los esclavos nacidos después del 17 de septiembre.
- Libertad de enseñanza.
- Libertad de imprenta.
- Libertad de reunión.
Todos estos derechos fueron recogidos en la Constitución de 1869 y ampliados con la libertad de residencia, de domicilio, de correspondencia y de cultos, aunque se mantuvo el presupuesto para culto y clero. Se estableció un sistema democrático basado en el sufragio universal masculino y la monarquía de Amadeo I.
La Gloriosa tuvo, por tanto, un carácter dual: por un lado, los altos cargos militares, oligarcas y acomodados, que pretendían una revolución moderada, con un cambio de monarquía y de constitución; y por otro, los movimientos populares, encarnados en las juntas, que aspiraban a una revolución democrática más profunda.
Cabe destacar una crisis interna en el ejército que, unida a la división de la coalición gubernamental y al asesinato de Prim, determinó la abdicación de Amadeo I. El monarca constató que no podía imponer una verdadera democracia parlamentaria en España.
Análisis y Comentario de la Abdicación
La idea central de este texto es la renuncia de Amadeo I a la Corona de España tras solo dos años de reinado. A lo largo del documento, el rey expresa los motivos de esta decisión.
Amadeo I señala la constante lucha entre los propios españoles desde el comienzo de su reinado, una disputa entre opiniones distintas que no pudo combatir. A pesar de haber buscado una solución legal, no la encontró. Concluye dirigiéndose a todos los diputados, afirmando que, aunque fue elegido por el voto nacional, debido a los motivos expuestos, abdica en su nombre, en el de sus hijos y en el de sus sucesores, devolviendo la Corona a la Nación.
Las ideas principales que se desprenden del texto son:
- El Rey inicia el texto destacando su nombramiento democrático por parte de la Nación española, un hecho sin precedentes en la historia de España.
- Reconocimiento de que su reinado se caracterizó por un cúmulo de problemas: la Guerra de Cuba, levantamientos republicanos y carlistas, y la división de los partidos gubernamentales.
- Los principales enemigos se encontraban en España, siendo los propios españoles de todas las clases sociales.
- Falta de apoyo entre los grupos políticos, divididos y con líderes de gran ambición de poder. Esto se evidenció en el partido progresista, escindido entre constitucionalistas (Sagasta) y radicales (Ruiz Zorrilla). Además, Amadeo I carecía del respaldo de parte del ejército, la Iglesia, algunos intelectuales y la aristocracia.
- El amplio sentido democrático de Amadeo I, quien era el ideal para ocupar el trono dentro del espíritu de la Revolución de 1868. En varias ocasiones se refiere a la «nación española», «Nación» o «voto nacional», aludiendo a la representación del pueblo español, por primera vez basada en el sufragio universal masculino para mayores de 25 años, en las Cortes bicamerales (Congreso y Senado). Cuando se refiere a la «ley», alude a la Constitución de 1869, enmarcada en el liberalismo radical y en contraste con las anteriores (fruto del liberalismo clásico o doctrinario), que establecía una monarquía democrática y situaba el centro del poder político en las Cortes, donde recaía la Soberanía Nacional.
Amadeo I también se vio amenazado por el carlismo, liderado por «Carlos VII», quien creía que la revolución provocaría un caos que le llevaría a ser rey de España, aunque finalmente optó por la revuelta. Los alfonsinos, seguidores de Alfonso XII, también representaban una amenaza constante para Amadeo I. La presión llegó a tal punto que Ruiz Zorrilla obligó al monarca, en contra de su voluntad, a firmar la disolución del cuerpo de artillería. Todo aquello resultó excesivo para Amadeo, quien, debido a la inmensa presión recibida, abdicó.
Conclusiones: El Legado de Amadeo I
Los radicales, liderados por Ruiz Zorrilla, renunciaron en bloque a su lealtad monárquica, lo que llevó a que el 11 de febrero de 1873 España se convirtiera en una república.
Este texto es de gran importancia para comprender el periodo de mayor complejidad política del siglo XIX, el Sexenio Democrático, que, en lo que respecta a la Monarquía, fracasó a pesar de contar por primera vez con un rey verdaderamente democrático que podría haber modernizado España. Podemos considerar el texto como subjetivo, reflejando claramente la decepción de Amadeo I.
España se había configurado como una monarquía constitucional regida por el principio de igualdad ante la ley, pero al mismo tiempo se consolidó como una sociedad desigual, con el monopolio del poder en manos de una oligarquía acaudalada. A partir de este momento, comenzó a predominar la lucha entre el «orden» y la «revolución», donde el ejército desempeñó un papel protagonista. En lo sucesivo, el pronunciamiento se convertiría en un proceso reaccionario, cuyo objetivo no sería el progreso político, sino su entorpecimiento o incluso la regresión.