Causas y consecuencias del franquismo Franco

El régimen franquista se caracterizó por la permanente función constituyente del Jefe del Estado, por cuanto su poder legislativo le cónfería la posibilidad de establecer o modificar en cualquier momento disposiciones que, en un sistema liberal democrático, se incluirían en una Constitución.  
El Fuero del Trabajo
de 1938, que prohibía el sindicalismo de clase, otorgaba el monopolio de las relaciones laborales a la Organización Sindical de Falange  y establecía el control estatal sobre las condiciones de trabajo. En la primavera de 1938, Franco decretó el Fuero del Trabajo,  El triunfo del sector conservador supuso la adopción de un modelo económico capitalista con la prohibición de las libertades sindicales. • La Ley Constitutiva de las Cortes (Julio de 1942).  fue promulgada en 1942, aconsejada por la evolución del conflicto europeo, que ya empezaba a decantarse a favor de las democracias occidentales. El régimen convocaba a «la participación del pueblo en las tareas del Estado» mediante la institución de una Cámara «representativa» . Su función básica era la de deliberar sobre los borradores de las leyes, siguiendo las instrucciones del dictador y sus asesores, y aprobarlas. Nada en la ley hacía pensar en un régimen parlamentario.
El Fuero de los Españoles
(Julio de 1945) Terminada la Segunda Guerra Mundial, Franco publicó en 1945 el Fuero de los Españoles, como otra operación de maquillaje del régimen ante las exigencias democráticas de los vencedores. Solo en apariencia era una declaración de derechos, pues el texto insistía, sobre todo, en los deberes de los españoles y en la estructura autoritaria del Estado. Constituye una curiosa declaración de derechos y deberes, que reafirma, no obstante, el carácter tradicionalista y católico del sistema. En el Fuero se enunciaba la declaración oficial del régimen, con una relación de derechos que eran pura ficción. Las libertades quedaron limitadas y reducidas en la práctica y sólo aprovechables por quienes no se opónían al régimen. La propaganda gubernamental sobre el Fuero intentó hacerla pasar por una verdadera constitución que reconocía las libertades políticas. Pero, en realidad, el texto propónía un sistema político autoritario de carácter confesional con derechos limitados • La Ley de Referéndum Nacional (Octubre de 1945). El mismo año 1945, el Fuero de los Españoles fue completado por la Ley del Referéndum, que pretendía mostrar que en España estaba reconocido el sufragio universal. La «democracia» orgánica y corporativa que establecía el Fuero no podía ser equiparada en ningún caso con las constituciones liberales y burguesas occidentales,  establecía que los españoles podían ser consultados individualmente en forma de plebiscito nacional, siempre por decisión de Franco. 
La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (Julio de 1946) En su opinión, el franquismo debía ser considerado un régimen de excepción irrepetible, sobre todo por las condiciones personales del líder, pero no extinguible, sino reproducible en el tiempo gracias al mantenimiento de las leyes fundamentales. En 1947,  abordaría el problema de la continuación del franquismo sin Franco.. La Ley aprovechaba para establecer o consolidar un conjunto de principios y eliminar su definición nacionalsindicalista: 


La Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958). En 1958, sin deliberación previa en las Cortes, Franco promulgó la Ley de Principios del Movimiento Nacional. La ley supónía la incorporación institucional de la doctrina falangista y el reconocimiento de Falange Española Tradicionalista (FET) como único partido, reproducía y reafirmaba los viejos valores teóricos del régimen: antiliberalismo, fuerte centralismo, garantía de la propiedad privada y nacionalcatolicismo, pero apenas tuvo incidencia en la vida política del Estado ni sirvió para frenar algunas orientaciones nuevas del gobierno aparecidas en 1957. El texto tuvo el efecto práctico de que todos los altos cargos civiles o militares pasaran a ser considerados miembros natos del Movimiento y que los funcionarios públicos quedasen obligados a jurar sus principios fundamentales. 
La Ley Orgánica del Estado
(1967), última ley fundamental del régimen. Después de otro periodo largo sin leyes fundamentales, a mediados de los años sesenta, el régimen tratará de responder al desarrollo material del país con un simulacro de actualización de su entramado legislativo. Una nueva ley buscará esa limpieza de imagen ante la realidad de una Europa próspera que envía sus turistas a un país necesitado de modernizar sus estructuras políticas. Publicada y sometida a referéndum en Diciembre de 1966, la Ley Orgánica del Estado pretendía ser una refundación legislativa del franquismo mediante la uníón de elementos dispersos de textos fundamentales anteriores y la depuración de algunas de sus connotaciones totalitarias. Esta ley introdujo algunas novedades funcionales, como la separación de los cargos de jefe del Estado y presidente del gobierno, aunque este no se cubrirá hasta 1973.

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