Comentario de texto de oligarquía y caciquismo

A lo largo del reinado de Alfonso XIII asistimos al desgaste del sistema de la Restauración. A partir de 1912 además, la continua decadencia y fragmentación del régimen dio lugar al fortalecimiento de la oposición republicana, obrera y nacionalista. Desde 1917 la descomposición política interna de los dos grandes partidos y del turno dinástico, la fuerte conflictividad social), así como las tensiones políticas derivadas de la guerra de Marruecos (Desastre de Annual en 1921) hacían muy difícil la continuidad del sistema de la Restauración. 

Varias circunstancias confluyeron en que se produjera un golpe de Estado y en la posterior Dictadura:

● Las consecuencias de Annual: ○ En el Ejército, de exigencia de un cambio de política que permitiera, con mayores presupuestos, responder militarmente y vengar la humillación. ○ En la opinión pública, de indignación y oposición a la continuación de la guerra y de exigencia de responsabilidades a los culpables. 

● El auge del nacionalismo en Cataluña y País Vasco era visto con recelo por los grupos más derechistas.

● La división de los partidos conservador y liberal y el ascenso de socialistas y republicanos alarmaban a la oligarquía y a los militares conservadores. La situación asustaba a las clases dirigentes, que consideraban que un gobierno autoritario podía ser un freno definitivo a la protesta social y al auge del movimiento obrero. 

● La prensa de izquierdas y de derechas coincidía en una crítica permanente al Gobierno y al sistema del turno.

● Hay que añadir el apoyo del Rey que, colaboró con el golpe al no oponerse al mismo y contribuir, con su lenta reacción, a afianzar el pronunciamiento. 

● Por último, el contexto internacional: la violenta crisis económica, el trauma generado por la Gran Guerra y, el triunfo del comunismo en Rusia en 1917 alentaba los movimientos radicales y militaristas.

En Junio, un grupo de generales, y entre ellos varios africanistas, llegaron al acuerdo de preparar un golpe e instaurar un “gobierno fuerte”. El golpe triunfó gracias al silencio, primero, y al apoyo, después, de Alfonso XIII, que, tras retrasar su regreso a Madrid desde San Sebastián, acabó, en la mañana del día 14, encargando al general formar Gobierno. El nuevo régimen militar se presentó al país, como un proyecto de regeneración, un “paréntesis de curación” de los males del país. Se trataba de corregir los defectos del sistema político y de eliminar el caciquismo. El día 15 el Rey aceptó la propuesta de nombrar ministro único al general.   La Dictadura duró siete años en los que se sucedieron dos formas diferentes de gobierno: el Directorio Militar (1923-1925) y el Directorio Civil (1925-1930), Sus rasgos más importantes son el partido único, el estado corporativo, el militarismo y el favorecimiento de las élites. 


El Directorio Militar se presentó como un régimen temporal para resolver los problemas pendientes. La regeneración política fue uno de los objetivos primordiales de Primo de Rivera. Para acabar con el caciquismo se elaboró un Estatuto Municipal y otro Provincial.

A pesar del apoyo recibido por la burguésía catalanista en el momento del golpe, el general demostró pronto que identificaba regionalismo y separatismo.  Otra de las obsesiones de Primo de Rivera fue el orden público, ya que identificaba movimiento obrero, anarquismo y delincuencia.

El gran éxito del Directorio Militar fue acabar con la guerra de Marruecos. Primo de Rivera era al principio partidario de abandonar la guerra y negociar, lo que irritó a los “africanistas”. Fue el avance de Abd-el-Krim lo que provocó un giro en la situación. La operación permitíó romper en dos la zona controlada por los marroquíes y a mediados de 1926 la guerra había terminado. 

Esta victoria colocó a Primo de Rivera en la cumbre de su prestigio: le reconcilió con los “africanistas”, elevó su popularidad y le permitíó renovar el apoyo de la oligarquía, que podía volver a intervenir con tranquilidad en el protectorado. 

El Directorio Civil pretendía la institucionalización del régimen y mostraba más interés por las cuestiones de carácter económico y social. Primo de Rivera propuso al Rey la sustitución del Directorio Militar por un Gobierno civil.   Al constituir un gobierno civil, Primo de Rivera afirmaba su voluntad de permanencia en el poder. Intentó institucionalizar el régimen con la creación de una Asamblea Nacional Consultiva.

Desde 1927 habían comenzado también las movilizaciones. La oposición al régimen abarcó un amplio espectro político: 

● Parte de los políticos del turno criticaron la excesiva duración del régimen y se negaron a colaborar con Primo de Rivera, exigiendo a Alfonso XIII el restablecimiento de la Constitución y la convocatoria de elecciones.

● En 1926 el movimiento republicano fundó la Alianza Republicana, comenzando una movilización lenta pero creciente en los años siguientes. 

● En el Ejército cundíó el descontento, por las rivalidades personales, arbitrariedades de Primo de Rivera en los ascensos, y porque los sectores más liberales se opónían a Primo de Rivera. 

● También crecíó la oposición entre los intelectuales, alguno de los cuales, Unamuno, Marañón, se opusieron de forma combativa. 

● A partir de 1927 el movimiento obrero comienza de nuevo a movilizarse y a iniciar una clara oposición. En 1927 los cenetistas más radicales fundaron la FAI. En 1929 el PSOE cambió su posición y se pronunció abiertamente a favor de la República. 

En 1929 la descomposición de la Dictadura se precipitó: la propuesta de Constitución de la Asamblea Nacional generó un rechazo total en el país. 

Primo de Rivera, cansado, enfermo, presionado por el Ejército y la oligarquía descontenta, intentó por última vez conseguir el apoyo de Alfonso XIII, pero este era consciente de que ya no podía respaldarle. El 27 de Enero de 1930 presentó su dimisión al Rey, cuando este ya realizaba gestiones para sustituirlo. 

Alfonso XIII encargó la formación de gobierno al general Berenguer con el objetivo de la vuelta al régimen constitucional, pero se llevó a cabo tan lentamente que la oposición y la opinión pública mostraron su descontento hacia lo que denominaban la Dictablanda.

A lo largo de 1930 la oposición fue creciendo. Republicanos, nacionalistas catalanes y gallegos, e incluso el PSOE acordaron la firma conjunta del Pacto de San Sebastián. El frente de oposición estaba cerrado y el Comité Revolucionario empezó a formar el Gobierno Provisional de la República. 

En Febrero de 1931 se constituyó el último gobierno de la monarquía presidido por el almirante Aznar, que asumíó el compromiso de convocar elecciones, empezando por las municipales, cuyo resultado era imprevisible, al no haberse realizado elecciones desde 1922 y al haber aumentado el censo electoral de forma considerable. El resultado fue el cambio de régimen.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *