Consecuencia de la revolución francesa en el continente americano

3. LA EXPLORACIÓN, CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE 
AMÉRICA Y EL PACÍFICO
3.1 Exploración y conquista de América
Cuando Carlos I llegó al trono, Castilla solo dominaba las Antillas. Pero en el 
transcurso de su reinado se llevó a cabo una intensa labor de exploración expansión 
por las tierras continentales de América y por el Pacífico. 
En 1519 una expedición dirigida por Magallanes, navegante portugués al servicio 
de Carlos I, salía de Sevilla para encontrar un paso por el sur del continente americano 
con el objetivo de establecer una ruta con la tierra de las especias. La expedición
encontró el paso y continuó por el Pacífico, pero Magallanes muere en la isla de Cebú
(Filipinas) en un enfrentamiento con la población nativa. El mando pasará a Juan 
Sebastián Elcano, quien decidíó regresar a la Península navegando hacia el oeste, 
atravesando el Indico y superando África por el cabo de Buena Esperanza. La 
expedición, después de tres años, consiguió llegar de nuevo a Sevilla con solo un 
navío y 18 hombres. Aquella expedición fue la primera en dar la vuelta al mundo y en 
constatar la esfericidad de la tierra, además de la inviabilidad del proyecto de Colón.
En el continente americano, las expediciones de exploración y conquista fueron 
múltiples. Destacan la conquista del Imperio azteca en México en 1521 por Hernán 
Cortés; o la del Imperio inca con la conquista de la ciudad de Cuzco en 1532 por 
parte de Pizarro y Almagro. Valdivia proseguiría la conquista hacia el sur fundando la 
ciudad de Santiago en Chile. Destacan otros exploradores como Cabeza de Vaca que 
recorríó durante varios años lo que hoy es el sur de EE.UU.; o Francisco Orellana, que 
consiguió navegar todo el Amazonas. Las causas de la rápida conquista de amplios 
territorios muy poblados son diversas: la superioridad tecnológica de los 
conquistadores, la división dentro de la familia imperial inca; el apoyo de poblaciones 
indígenas que habían sufrido abusos por parte de los aztecas; o la alta mortandad que 
se dio en la población indígena por las enfermedades infectocontagiosas que llevaron 
los peninsulares (viruela, gripe, sarampión…). 
Fuera de América Legazpi ocupó las islas llamadas Filipinas en honor de Felipe II; y 
Urdaneta consiguió establecer una ruta de ida y vuelta entre Asía y América por el 
Pacífico que se convertiría en una ruta comercial entre Filipinas y México (el galeón de 
Manila). 3.2 La colonización de América: administración y explotación económica. 
-La administración de AméricaDesde un primer momento la Corona consideró las tierras conquistadas como 
patrimonio suyo, considerando al nuevo continente como una prolongación de 
Castilla. Por ello, las leyes y las instituciones fueron muy semejantes a las castellanas.
Se establecieron dos Virreinatos el de Nueva España (México) y el de Perú (Lima). Por 
debajo de éstos se establecieron audiencias, gobernadores y corregidores. Desde 
Castilla, las directrices políticas para América las establecía el Consejo de Indias; y 
para regular el comercio de mercancías y el flujo de personas se establecíó en Sevilla 
la Casa de Contratación. 
-La explotación económica de AméricaLos recursos económicos americanos se convirtieron en una fuente de ingresos 
esencial para la monarquía. Las actividades más importantes fueron la minería, el 
comercio y las actividades agropecuarias, que se explotaban principalmente con mano 
de obra indígena. Las relaciones comerciales con América se basaban en la 
exportación de cultivos, ganado, manufacturas y esclavos, y la importación a 
España de metales preciosos y productos agrícolas.
Las explotaciones mineras, especialmente de plata, se localizaban en Bolivia 
(Potosí) y México (Zacatecas). La propiedad de las minas era del rey y concedía su 
explotación a cambio de un 20% de la producción. Para su explotación se establecíó la 
mita, que obligaba a los indígenas a trabajar en las minas durante un tiempo 
estipulado. La explotación agrícola se basaba en el cultivo de plantación de 
productos tropicales (caña de azúcar, tabaco, cacao…). Para que los colonos
(encomendero) tuviesen mano de obra en sus latifundios, las leyes establecieron un 
sistema de encomiendas: se asignaba un grupo de indios a un encomendero que, a 
cambio de su trabajo, se comprometía a alimentarlos, cristianizarlos y protegerlos.
Para la población indígena, el proceso de conquista, las enfermedades 
infectocontagiosas y su brutal explotación como mano de obra, tuvo un impacto 
demográfico desastroso. Algunos misioneros, como Fray Bartolomé de las Casas, 
denunciaron los abusos que se estaban produciendo sobre los indios. La Corona 
aprobó las Leyes Nuevas de 1542 destinadas a proteger a los indios, aunque en la 
mayoría de los casos fueron incumplidas. Otra consecuencia fue que, para compensar 
el descenso demográfico de los indios se empezó a recurrir a esclavos africanos. 
3.3 La revolución de los precios y sus consecuencias
El Siglo XVI coincidíó con una fase de expansión económica en Europa, favorecida por 
el crecimiento de la población y por el aumento de circulación monetaria como 
consecuencia de la llegada del oro y la plata americanos. Ambos factores provocaron 
una inflación continua (subida de precios) debido a la alta demanda de productos. 
Países como Inglaterra y Países Bajos modernizaron su industria para producir más a 
un coste más barato, pero en España, especialmente en Castilla, las clases ricas 
tenían una mentalidad más conservadora y rentista, y el dinero procedente de América 
no se invirtió en modernizar el sistema productivo. El alto precio de los productos 
castellanos provocó que se comprasen productos extranjeros, lo que llevó a la ruina la 
industria y el comercio de muchas ciudades castellanas. La pobreza de muchos 
castellanos provocó un proceso de inmigración hacia la periferia o hacia América. La
depresión económica y demográfica de Castilla se agudizaría en el Siglo XVII.

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