Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930): Auge y Caída de un Régimen Autoritario en España

Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

Golpe de Estado y Ascenso al Poder

El 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, se sublevó contra la legalidad constitucional, dando inicio a un período dictatorial que marcaría el fin del régimen de la Restauración. El golpe contó con la aceptación del rey Alfonso XIII, el apoyo del Ejército y el respaldo de la burguesía catalana, que veía en Primo de Rivera la solución a la conflictividad laboral.

Incluso dentro del PSOE hubo divisiones, con una corriente liderada por Francisco Largo Caballero que apoyaba la dictadura por su programa de reformas sociales, mientras que otra, encabezada por Indalecio Prieto, se oponía.

El Directorio Militar (1923-1925)

Durante esta etapa, el gobierno estuvo en manos de militares, presididos por Primo de Rivera. Se caracterizó por:

  • Represión de las libertades: Se declaró el estado de guerra permanente, suspendiendo las Cortes y las garantías constitucionales.
  • Represión del movimiento obrero: Se reprimieron las organizaciones obreras, especialmente las anarquistas, para afianzar el apoyo de la burguesía.
  • Represión contra los nacionalismos: Se disolvió la Mancomunidad catalana y se prohibió el himno, la bandera y la lengua catalana, lo que generó la enemistad de la burguesía catalana. También se persiguió al nacionalismo vasco del PNV.
  • Resolución de la cuestión marroquí: Tras el desastre de Annual, Primo de Rivera optó por una cooperación con Francia que culminó en el desembarco de Alhucemas en 1925, logrando la ocupación efectiva de Marruecos y marcando el momento de máxima popularidad del dictador.

Consolidación del Régimen y Economía Dirigida (1925-1930)

En 1924 se fundó Unión Patriótica, un intento de partido único similar al fascista italiano. Para consolidar el régimen, se creó la Asamblea Nacional Consultiva en 1927, un parlamento autoritario encargado de elaborar una nueva constitución que nunca fue aprobada.

Inspirado por la Italia fascista, Primo de Rivera implementó un programa de economía dirigida, con medidas como el Decreto de Protección de la Industria Nacional y la creación de monopolios como CAMPSA. También se intentó reducir la conflictividad social con la Organización Corporativa del Trabajo.

Oposición y Caída de la Dictadura

La oposición a la dictadura creció desde 1926, con la burguesía catalana alejándose del régimen y el PSOE unificándose en su contra. Surgieron discrepancias dentro del Ejército y las élites, reflejadas en dos intentonas golpistas en 1926 y 1929. La oposición más fuerte provino del anarquismo y los intelectuales, quienes fueron perseguidos por su crítica al régimen.

Ante la creciente oposición, Primo de Rivera dimitió en enero de 1930. Alfonso XIII nombró al general Berenguer como jefe de gobierno, iniciando la «Dictablanda», un período de transición hacia la democracia. Sin embargo, la monarquía no logró desvincularse del destino del dictador, lo que se evidenció en el Pacto de San Sebastián, la campaña de prensa contra el rey y las sublevaciones militares de Jaca y Cuatro Vientos.

Tras la dimisión de Berenguer, el almirante Aznar convocó elecciones municipales en abril de 1931. Los firmantes del Pacto de San Sebastián obtuvieron un resultado favorable, lo que llevó a la abdicación del rey y la proclamación de la Segunda República.

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