Historia de España (1788-1868): Absolutismo, Liberalismo y Conflictos Dinásticos

La España del Siglo XIX: De la Crisis del Antiguo Régimen a la Construcción Liberal

El Reinado de Carlos IV y la Crisis del Antiguo Régimen (1788-1808)

Aislamiento y Ascenso de Godoy

Carlos IV y su ministro Floridablanca, desde el momento en que se inició la Revolución Francesa, intentaron evitar cualquier contacto con Francia, bloqueando las aduanas y los medios para mantenerse aislados del territorio francés.

Nombraron a Manuel Godoy en 1792, aumentando su poder, rebajando el poder de la nobleza y adoptando una posición neutral a nivel internacional.

Problemas Socioeconómicos y Medidas Financieras

Surgieron problemas socioeconómicos derivados de una crisis de la agricultura de subsistencia que provocó hambre, crisis en el sector manufacturero y crisis financiera y fiscal debido a que no llegaban ingresos de América.

Para intentar solucionarlo, vendieron los vales reales a particulares para frenar la deuda pública, así como la desamortización de 1798 y la venta de primogenituras.

La Guerra de la Convención y la Alianza con Francia

En 1793, España se unió a una coalición internacional y participó en la Guerra de la Convención. La derrota militar española fue rápida y, tras el fracaso bélico, Godoy se acercó a Francia y convirtió a España en su aliada. Esto se formalizó con el Tratado de San Ildefonso.

La Era Napoleónica y los Tratados

Napoleón inició su ascenso al poder, pero el débil gobierno de Godoy provocó que España perdiera independencia política, enfrentándose a Inglaterra.

Godoy firmó con Napoleón el Tratado de Fontainebleau, donde se autorizaba la entrada de las tropas francesas a España para poder invadir Portugal.

El Motín de Aranjuez y las Abdicaciones de Bayona

En 1808, estalló un motín organizado por la corte, conocido como el Motín de Aranjuez, que hizo que Carlos IV abdicara en su hijo Fernando y provocó la caída de Godoy.

El enfrentamiento entre Fernando y Carlos tenía un único árbitro posible: Napoleón. Llamó a ambos a Bayona y les obligó a abdicar en su hermano José Bonaparte. Estas son las Abdicaciones de Bayona, donde los Borbones cedieron sus derechos a Napoleón.

El Gobierno de José I Bonaparte

José Bonaparte, tratando de atraerse a la opinión ilustrada, publicó el Estatuto de Bayona, una carta que concedía algunos derechos más allá del absolutismo.

La Guerra de la Independencia (1808-1814)

La Guerra de la Independencia se puede dividir en tres fases:

  1. Ocupación y Levantamiento (1808)

    Las tropas francesas entraron en España con la intención de invadir Portugal, pero la clara intención de Napoleón era invadir toda la Península Ibérica. Al ver esto, se produjo la Insurrección de Madrid, donde destacaron los capitanes Daoíz y Velarde, pero fue paralizada por las tropas napoleónicas al mando del General Murat. Esto dio inicio a la Guerra de la Independencia. En esta fase destaca Zaragoza, lugar donde ocurrió la Batalla de Bailén, donde las tropas españolas al mando del General Castaños vencieron a los franceses al mando de Dupont.

  2. Predominio Francés (1808-1812)

    Para poner fin a la insurrección, Napoleón volvió en otoño a la Península y ocupó la mayor parte del país, excepto algunas áreas donde se inició la guerra de guerrillas contra el ejército francés, donde participaron guerrilleros como Espoz y Mina. Durante seis años se enfrentaron al ejército francés con el apoyo de los afrancesados y la guerrilla española, formada por antiguos militares españoles y campesinos, ayudados por el ejército británico enviado a la Península.

  3. Ofensiva Hispano-Inglesa (1812-1814)

    Tras diversas derrotas, Napoleón devolvió la corona a Fernando VII por el Tratado de Valençay. Las tropas francesas abandonaron el país y la guerra finalizó.

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

Las Cortes de Cádiz

Las Cortes de Cádiz eran unicamerales, con representantes del mundo liberal, la burguesía, americanos y sacerdotes que se agrupaban en jovellanistas (partidarios de una soberanía compartida y un absolutismo reformado) y liberales moderados (defensores de una monarquía parlamentaria y la soberanía nacional).

Principales Reformas

Las principales reformas que adoptaron fueron:

  • Una contribución única y proporcional.
  • Abolición del régimen señorial.
  • Supresión de la Inquisición.
  • Abolición de los gremios.
  • Desamortización de algunos bienes de la Iglesia.

La Constitución de 1812 (La Pepa)

La Constitución de 1812 (La Pepa) estableció:

  • División de poderes.
  • Milicia nacional (obligatoria).
  • Libertad económica.
  • Sufragio universal masculino.
  • Igualdad de los ciudadanos ante la ley.
  • Reconocimiento de derechos individuales.
  • Catolicismo como única religión permitida.

El Reinado de Fernando VII (1814-1833)

El Reinado de Fernando VII se divide en tres periodos:

  1. El Sexenio Absolutista (1814-1820)

    Tras el Tratado de Valençay, Fernando VII se preparó para regresar a un país donde gobernaban unos principios muy distintos al absolutismo. Mes después de entrar en el país, un grupo de diputados a Cortes absolutistas le presentaron el Manifiesto de los Persas, en el que reclamaban la vuelta al absolutismo. En mayo de ese mismo año (1814), emitió un decreto por el que disolvía las Cortes, abolía la Constitución de 1812 y restablecía el absolutismo. La labor del gobierno de Fernando se centró en la represión de los enemigos de la monarquía absoluta, teniendo que exiliarse muchos afrancesados y siendo perseguidos muchos liberales.

  2. El Trienio Liberal (1820-1823)

    Tras muchos pronunciamientos fallidos en la etapa anterior, al fin uno triunfó. El ejército, partiendo de Sevilla para marchar hacia América a luchar contra los independentistas, estando al mando el Coronel Riego, proclamó la Constitución de 1812. Tras diferentes cambios, la insurrección se generalizó y el 9 de mayo de 1820, Fernando, atemorizado, juró la Constitución. Dicha actitud del monarca hizo que los liberales se dividieran en moderados (aquellos que buscaban modificar la Constitución) y exaltados (que buscaban que se cumpliera la Constitución tal cual era y reformas). Tras la derrota de Napoleón en 1815, las grandes potencias absolutistas (Prusia, Austria, Rusia, Francia), reunidas en el Congreso de Viena y coaligadas en la Santa Alianza, se habían comprometido a intervenir ante cualquier amenaza liberal que surgiera contra los principios de la restauración. Así, reunidas en 1822 en un congreso en Verona, acordaron la intervención en España.

  3. La Década Ominosa (1823-1833)

    Fernando empezó promulgando un decreto donde anulaba todo lo legislado durante el Trienio y trató de volver al absolutismo y al Antiguo Régimen. El peligro de nuevos pronunciamientos debido a las conspiraciones militares liberales llevó a Fernando a disolver el ejército. El monarca pidió a Francia que mantuvieran el ejército francés mientras se organizaban las Fuerzas Armadas. Pero el mayor problema al que tuvo que hacer frente Fernando fue la Cuestión Sucesoria. En 1830 nació Isabel, pero en esos momentos estaba vigente en España la Ley Sálica, que impedía subir al trono a las mujeres. Sin embargo, Fernando promulgó la Pragmática Sanción, que anulaba esta Ley.

La Primera Guerra Carlista (1833-1840)

Contexto y Causas

Durante este periodo, Cea Bermúdez presidió el Gobierno, donde se firmó el Manifiesto de la Reina Gobernadora. Cuando Fernando murió, le sucedió en el trono su hija Isabel II. Debido a la minoría de edad de la reina, el Gobierno de la Nación fue asumido por una regencia encabezada por María Cristina de Borbón. Pero Carlos María Isidro no aceptó esta sucesión y se autoproclamó rey de España en el Manifiesto de Abrantes.

El Carlismo: Ideología y Programa

El programa ideológico y político del carlismo se podría sintetizar en el lema: Dios, Patria, Fueros, Rey. Los fueros eran un conjunto de normas, derechos y privilegios otorgados por el rey a los habitantes de un territorio determinado. Los principales elementos de su programa político eran:

  • Oposición radical a las reformas liberales.
  • Defensa de la monarquía absoluta y el Antiguo Régimen.
  • Tradicionalismo católico y defensa de los intereses de la Iglesia, con un Estado confesional, es decir, una única religión.

Fases de la Guerra

La guerra se divide en tres etapas:

  1. Se caracterizó por el triunfo carlista, aunque nunca consiguieron conquistar una ciudad importante. Sí controlaron el mundo rural y fue una etapa muy violenta.

  2. El General Zumalacárregui conquistó Tolosa, Bergara, Durango y Eibar, aunque fracasó en el asedio a Bilbao, donde encontró la muerte. También se realizaron expediciones carlistas por España que provocaron una derrota carlista, ya que el que organizaba todo había muerto, lo que los dejó mucho más desorganizados.

  3. Se caracterizó por la guerra de guerrillas que provocó cansancio y donde se firmó el Abrazo de Vergara, donde el liberal Espartero y el carlista Maroto decidieron hacer un pacto para evitar represalias. Los carlistas permitieron que los militares mantuvieran su paga y categoría y que se reconociera el régimen constitucional y a Isabel II, mientras que los liberales permitieron que se mantuvieran los fueros de Navarra y el País Vasco.

La Regencia de María Cristina (1833-1840)

Ante la minoría de edad, María Cristina de Borbón asumió la regencia a la muerte de su marido Fernando en 1833. Pese a que la regente no se identificaba con su ideario, los liberales se configuraron como la única fuerza capaz de mantenerla en el trono.

Primeros Gobiernos y Reformas Moderadas

El primer gobierno de la Regencia estuvo presidido por Cea Bermúdez y estuvo compuesto por absolutistas moderados. La única reforma de este gobierno fue la división provincial de España, realizada por Javier de Burgos. Ante la extensión de la Guerra Carlista, María Cristina decidió que, para ganarse a los liberales, debía hacer un cambio de gobierno. Así pues, llamó a Martínez de la Rosa, un liberal moderado, para crear un gobierno que hiciera frente a la insurrección carlista. Martínez de la Rosa emprendió una serie de reformas muy moderadas, entre ellas el Estatuto Real de 1834. Se establecieron unas Cortes bicamerales formadas por la Cámara de Próceres y la Cámara de Procuradores. Sin embargo, estas cámaras tenían funciones muy limitadas, y el monarca era quien mantenía importantes poderes.

El Gobierno Progresista de Mendizábal

En 1835 se formó un nuevo gobierno progresista encabezado por Mendizábal, pero estuvo condicionado por la guerra. Destacó la Desamortización de Mendizábal, donde se expropiaron los bienes de la Iglesia para su posterior venta en pública subasta al mejor postor. El objetivo de todo esto era recaudar fondos para el Estado que estaba en guerra, para amortizar la deuda pública y castigar a la Iglesia por su apoyo al carlismo.

La Constitución de 1837

La Constitución de 1837 estableció:

  • Soberanía nacional.
  • División de poderes (Cortes bicamerales, leyes aprobadas por ambas cámaras, Senado nombrado por el rey, poder ejecutivo en el rey).
  • Se recogían diferentes derechos individuales y libertad de imprenta.
  • No se prohibían otras religiones.

Y en este mismo año, fuera de la Constitución, se aprobó la ley electoral que estableció el voto censitario masculino, donde tenían derecho de voto los mayores contribuyentes y los varones que tuvieran un determinado nivel intelectual.

El Reinado de Isabel II (1843-1868)

Contexto Político

Durante este periodo, el sistema político estuvo controlado por las clases altas (nobleza y burguesía); las bajas y medias no participaban, por lo que reclamaban el derecho a voto.

La Década Moderada (1844-1854)

En mayo de 1844 se formó un gabinete presidido por Narváez, un moderado, donde se adoptaron diferentes reformas:

  • Se creó la Guardia Civil como medida complementaria; se suprimió la Milicia Nacional.
  • Se normalizó la relación con la Iglesia; se paralizaron las desamortizaciones.
  • Se llevó a cabo la reforma de la Hacienda.
  • Se reforzó el poder de la reina mediante la Constitución de 1845.
  • Se limitó la libertad de los ciudadanos.
  • Se unificó el sistema legal mediante la creación del Código Civil.

Sin embargo, surgieron problemas: el matrimonio de la reina era una cuestión de Estado, ya que podría haber un enfrentamiento entre Francia e Inglaterra.

El Bienio Progresista (1854-1856)

El poder dictatorial de Narváez generó un descontento que derivó en un pronunciamiento. Iniciado por el General O’Donnell en Vicálvaro, el golpe militar se radicalizó tras la publicación del Manifiesto de Manzanares, redactado por Cánovas del Castillo y firmado por O’Donnell, que exigía reformas políticas, unas Cortes Constituyentes, mejora de la Ley de Imprenta y rebaja de impuestos. Finalmente, el golpe triunfó y generó la formación de un gobierno presidido por el progresista Espartero.

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