La dictadura de Miguel Primo de Rivera y sus consecuencias

CLASIFICACIÓN: Se trata de una fuente primaria con un claro carácter político. Su autor formal es Alfonso de Borbón, futuro Alfonso XII. Sin embargo, el verdadero autor del texto es Cánovas del Castillo, político de tendencia liberal moderada que durante los años del Sexenio Democrático encabezó la defensa de la vuelta de la casa real de Borbón a España. Cánovas pide a un joven Alfonso (18 años) que firme la carta, con el fin de restaurar la monarquía y crear un nueve régimen que permita superar el fracaso que supuso el Sexenio Democrático y la situación de 1874 bajo la dictadura de Serrano y enfrentamientos bélicos en Cuba, con el bando carlista y los rescoldos del cantonalismo. El destinatario es el público en general, con la intención de convencer a la nacíón de las intenciones, siempre dentro del liberalismo, del nuevo aspirante al trono español.

ANÁLISIS: La idea principal y que además queda enmarcada durante todo el texto, es el ofrecimiento del joven Alfonso de encabezar la restauración borbónica en España. Además, aparecen otras ideas secundarias que tratan de afianzar o apuntalar esta idea principal.

En el primer párrafo, Alfonso, destaca su legitimidad al trono. Alude a la generosidad de su madre por abdicar en él, parece claro, que Isabel II, «infortunada» después de haber sido repudiada y rechazada por sus años de mal gobierno con la Revolución Gloriosa de 1868 no parece la mejor opción para encabezar la restauración borbónica, por tanto, Cánovas la convence para que abdique en su hijo, tratando de ofrecer una nueva imagen de la corona, que represente todas las virtudes del liberalismo.

En los dos siguientes párrafos, Alfonso hace una defensa de un sistema monárquico parlamentario, tratando de dar a entender que sólo a través de las Cortes, el pueblo puede ejercer su soberanía, y sólo de forma parlamentaria, es posible solucionar los problemas que acarrea España.

En el cuarto y quinto párrafo, hace alusión a «que nuestra patria lo sea de verdad», y desea que sea como «las naciones más grandes y prósperas», haciendo clara la alusión a Gran Bretaña, donde existe un sistema monárquico parlamentario y haciendo patente la necesidad de erradicar de la política las nuevas ideas como el «carlismo» o el «federalismo» a las que tilda de «sofismas pérfidos» y volver a las tradición política, respetando la propia historia de España, de estado monárquico y centralizado.

En el último párrafo, deja claras sus aspiraciones e intenciones políticas, monárquico, católico y liberal. Es importante la declaración religiosa, ya que España a finales del XIX seguía siendo un país eminentemente católico.

COMENTARIO: Con el Manifiesto de Sandhurst, se abre el periodo político conocido como «Restauración», aunque Cánovas, el verdadero artífice de la «Restauración» prepara una vuelta tranquila del legítimo heredero de España, los acontecimientos se precipitan con el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto el 29 de Diciembre de 1874. Entonces, se forma un gobierno provisional con Cánovas al frente y trajo de vuelta a Alfonso XII en Enero de 1875 en un ambiente sin agitaciones, ya que la dictadura de Serrano, envuelta en la guerra carlista, la de Cuba y la cantonalista, hacía crecer en la opinión pública el deseo de un cambio de régimen de manos de Alfonso de Borbón. Una vez proclamado rey, comienzan una serie de cambios en la política española que dará lugar, al periodo constitucional más largo conocido en España. El primer cambio será una pacificación militar, en 1876 se consiguió la victoria definitiva sobre los carlistas, y en 1878 tiene lugar la Paz de Zanjón, que termina con la Guerra de Cuba, el movimiento cantonalista, que sólo tenía focos residuales como el de Cartagena, también se extinguíó.En 1876 se aprueba una Constitución que se caracterizará por su flexibilidad, que permitía ajustarse a los dos partidos dominantes, aunque en el fondo tenía un carácter fundamentalmente conservador, que se advierten en los siguientes ítems: Soberanía compartida entre las Cortes (bicamerales) y el rey. Figura del rey inviolable y con bastantes poderes por ejemplo el control del poder ejecutivo, posibilidad de legislar, derecho de veto, y capacidad para convocar y disolver Cortes, además del mando de las fuerzas armadas. También se declara un estado confesional donde la religión oficial es la católica, aunque se toleran otros cultos. A pesar de proclamarse un Estado Constitucional, lo cierto es que Cánovas ideó un sistema conocido por «turnismo» político o también «canovismo» que consistía en que en la práctica los partidos principales como el Partido Liberal Conservador (Conservador) y el Partido Liberal Fusionista (Liberal), se alternaran pacíficamente en el poder. En principio, el rey, actuaría de arbitro en cada situación y tendría la capacidad de disolver las Cortes y convocar elecciones cuando las cosas no fuesen bien. En la práctica se ideo un sistema que corrompía la Constitución y las leyes electorales, ya que ambos partidos pactaban, y mediante el «encasillado» reparto de votos realizado por el Ministro de Gobernación y una extensa red clientelar, por medio de los «caciques» se alteraban los resultados electorales. Aún así, como decíamos anteriormente, este sistema constitucional es el más longevo de la Historia de España.


CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante una fuente primaria, aunque fragmentada, de naturaleza jurídica, ya que se trata de una Resolución aprobada por el poder legislativo de EE.UU. Se trata del ultimátum norteamericano a España, votado en el Congreso de los EE.UU. El 18 de Abril de 1898 y publicado al día siguiente. Tras la negativa a abandonar la soberanía de la isla de Cuba por parte de España, EE.UU. Declaró la guerra a España el 25 de Abril con carácter retroactivo desde el 21 de Abril. Su autoría es colectiva e institucional y se atribuye al Congreso de los Estados Unidos de América y su carácter es público y su destinatario es el Gobierno de España, presidido por Práxedes Mateo Sagasta, representante del Partido Liberal durante la regencia de María Cristina.

ANÁLISIS: La idea principal del texto es la de establecer un ultimátum a España para que abandone la soberanía de la isla de Cuba. Se estructura en tres partes bien diferenciadas, una primera donde se establecen unas consideraciones previas sobre la situación de la isla de Cuba, seguidas de las condiciones y términos que se exigen al Gobierno de España para finalizar con la declaración del ultimátum y autorización al presidente para declarar la guerra.

Entre las consideraciones previas destacan ideas como «las condiciones que han existido en la isla de Cuba, por más de tres años» que se refieren a las duras condiciones a las que se somete a la población rural, que forman parte de la política de terror aplicada por el general Weyler en el contexto de la Guerra de la Independencia de Cuba (1895-1898) pero sobre todo «la destrucción de un acorazado», se refiere a la explosión del acorazado Maine, en circunstancias no esclarecidas mientras se encontraba atracado en el puerto de La Habana, provocando más de 200 muertos. Es sin duda, este hecho el auténtico casus belli, ya que la influencia de la prensa, controlada por el magnate Hearst provoca la contestación del pueblo norteamericano y la presente resolución del Congreso.

El texto además hace alusión a dos ideas esenciales como es el derecho de Cuba a la independencia, derecho asumido por Estados Unidos como uno de sus principios fundacionales, y el derecho de Estados Unidos a pedir que el Gobierno de España renuncie a su soberanía sobre la isla, idea que forma parte del conocido Destino

Manifiesto, o Doctrina Monroe que trata de evitar cualquier intervención extranjera en el continente americano bajo el lema «América para los americanos».

En cuanto al ultimátum, se establece un plazo de tres días para la renuncia de España a la soberanía de la isla de Cuba y la autorización al Presidente de EE.UU. Para declarar la guerra.

COMENTARIO: Cuba era colonia española desde el Siglo XVI, debido a su pequeña extensión se mantiene su soberanía durante el proceso de emancipación que se lleva a cabo en Hispanoamérica durante el primer tercio del Siglo XIX. Cuba era una importante colonia, a la que se dirigían el 50% de las exportaciones de la península, equilibrando su balanza comercial, sin embargo, Cuba no dependía de España, ya que el 90% de su mercado de azúcar y tabaco era EE.UU. Su sociedad estaba dividida en una oligarquía de origen peninsular, propietaria de las producciones azucareras que además controlaba toda la administración de la isla y una burguésía criolla, de clases medias que pedía reformas, entre ellas la abolición de la esclavitud y mayores cotas de autogobierno de la isla.

Pronto surge un enfrentamiento entre ambos segmentos que se materializa en la Guerra Grande o Guerra de los 10 años (1868-1878) que finaliza con la Paz de Zanjón con la promesa de Martínez Campos de dotar de mayor autogobierno y aboliendo la esclavitud. Entre 1879 y 1880 tiene lugar la conocida como Guerra Chica, a su finalización tiene lugar la abolición de la esclavitud. Continúan años de paz, pero el movimiento independentista ya ha calado en la sociedad, pronto se materializa con el Partido Revolucionario Cubano de José Martí que inicia en 1895 la Guerra de la Independencia.

La realidad es que en 1898 la guerra parecía perdida para los españoles y es en ese momento cuando los norteamericanos deciden intervenir, utilizando la explosión del acorazado Maine como un pretexto, acusando a España de su hundimiento. Tras la negativa del Gobierno de Sagasta de renunciar a la soberanía de la isla de Cuba, Estados Unidos declara la guerra interviene en Cuba y también en Filipinas complicando la situación de España, pronto llegará la victoria estadounidense.

Por el Tratado de París de 1898 se declara la independencia de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam pasan a ser dominio colonial de Estados Unidos y se acuerda la venta de Las Marianas y Carolinas a Alemania, que se ratificará en el acuerdo germano-español de 1899.


CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante una fuente primaria, se trata de un carácter periodístico escrito pocos días antes del comienzo de la guerra de 1898 contra los Estados Unidos. El autor es anónimo, sin embargo, el diario La Vanguardia es uno de los más antiguos de España y más prestigiosos de la ciudad de Barcelona. El artículo tendría un carácter público y estaría dirigido a la colectividad de la nacíón española.

ANÁLISIS: La idea principal del texto es mostrar el rechazo al ultimátum de Estados Unidos, dictado por el presidente norteamericano MacKinley a España por la cuestión cubana. Este rechazo es clamorosamente mostrado por el autor con las expresiones de «agresión legal», «villanía yanqui brutal» o «agresión brutal a la razón», etc. Como idea secundaria podemos resaltar el apoyo o defensa del autor y de la opinión pública, al menos en Madrid,  tanto al gobierno, como a la Reina Regente María Cristina en su decisión de entrar en guerra, a pesar del poderío militar de Estados Unidos, porque existe un sentimiento de ofensa generalizado.

COMENTARIO: En el final del Siglo XIX la corriente política del Imperialismo y el Colonialismo se impone en las grandes potencias mundiales. Mientras en Europa las potencias se centran en el reparto de África, Asía o los Balcanes, en Estados Unidos, se impone la conocida como Doctrina Monroe, que aunque se manifiesta ideológicamente anticolonialista, con el lema «América para los americanos», en el fondo subyace la idea de «América para los norteamericanos», por esta doctrina Estados Unidos se atribuye el derecho de liberar las antiguas colonias europeas en América.

España conservaba aún varias colonias en América como Puerto Rico o Cuba, ésta última, tenía una gran relación comercial con Estados Unidos, siendo el principal importador de azúcar, ron, cacao y tabaco, Estados Unidos había pretendido la compra de la isla varias veces pero siempre consiguió la negativa de España. Por otro lado, en Cuba, existía desde 1868 un conflicto que reclamaba la independencia de la isla, aunque en 1878 se llega al fin de la rebelión con la Paz de Zanjón, tras la Guerra Chica 1879-1880 la situación de la isla queda pacífica, pero en 1895 se produce un levantamiento general en la mayoría de las localidades de la isla, conocido como Grito de Baire. La lucha parece desde el principio inclinada a una victoria española, sobre todo, tras la muerte de José Martí y Antonio Maceo, principales ideólogos de la revolución independentista. La guerra cubana tuvo un gran seguimiento en la prensa norteamericana, la opinión pública norteamericana comienza a mostrarse cada vez más a favor de un intervención, el presidente MacKinley, aprovecha el incidente del Maine, un acorazado anclado en el puerto de la Habana, que sufríó una explosión y causó numerosas bajas, para culpar a España e intervenir en la guerra. España, no sólo tiene que sufrir la presión en tierra, sino también en el mar, frente a una flota mucho más numerosa y poderosa, como la estadounidense. 

Por el Tratado de París en 1898, España renuncia a sus territorios de ultramar de Cuba, Puerta Rico que lograrán su independencia y cede Filipinas y Guam que pasan a ser administrados por Estados Unidos. Al perder Filipinas, resulta imposible defender los otros territorios en el Pacífico como las Marianas y las Carolinas que serán vendidas en 1899 a Alemania.


CLASIFICACIÓN: El presente texto es una fuente primaria, de carácter periodístico que trata de analizar la política seguida por el gobierno de España con respecto a la cuestión cubana. El autor no es ni más ni menos que Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de medicina, fue escrito en Octubre de 1898 por lo que la guerra ya había concluido. El destinatario es el público en general con la intención de crear opinión pública.

ANÁLISIS: Para entender correctamente el texto es necesario aclarar algunos de los términos que aparecen como por ejemplo «República Americana» que se refiere a Estados Unidos. La idea principal del texto es la mala gestión o administración que hace el Gobierno de España de la cuestión cubana. Como ideas secundarias podemos citar un ejército español que se define por la cantidad y no por la calidad de sus tropas, mal pertrechadas e inexpertas, también la incapacidad de hacer frente a una guerrilla en un terreno y clima hostil, siendo, desde el punto de vista del autor, una mala opción el enfrentamiento por las armas y prefiriendo, como medio de mayor éxito, medidas políticas.

COMENTARIO: Debemos recordar que la Guerra de Cuba comienza en 1895 con el conocido como «Grito de Baire» dirigido por José Martí, es un movimiento separatista que pide la independencia. En ese momento comienza la guerra, pero será en 1898 cuando entre Estados Unidos tras la voladura del acorazado Maine en la Habana, Estados Unidos tenía puestos numerosos intereses en la isla desde hacía tiempo e incluso había intentado comprarla a España en varias ocasiones, el presidente MacKinley aprovecha la insurrección para sacar tajada, después de una gran campaña de concienciación de la opinión pública. Muchos fueron los problemas que encontró el ejército español en la Guerra de Cuba, algunos de ellos eran su ineficacia y su falta de profesionalidad. El ejército español estaba mal pertrechado, sus armas eran incluso más antiguas que las del enemigo, apoyado por Estados Unidos. Su indumentaria «el rayadillo» que consistía en una vestimenta blanca a rayas, gorra y alpargatas no era la más adecuada para un clima tropical, el rancho era escaso, lo que los debilitaba, también estaban mal formados, eran en su mayoría quintas de jóvenes agricultores. Por esto el autor sugiere que era mejor un ejército pequeño pero profesional y bien equipado.

Por otro lado, el enemigo, a pesar de ser inferiores en número, eran nativos que conocían bien el terreno y se escondían en selvas impenetrables o de difícil acceso. Muchos habían trabajado durante años en las plantaciones en un régimen casi de esclavitud y estaban acostumbrados a difíciles condiciones de vida. 

Además el clima tropical de Cuba tuvo un protagonismo importante en las bajas. Altas temperaturas y mucha humedad crean un terreno ideal para la propagación de enfermedades infecciosas. Así las fiebres se extendieron en el ejército causando numerosas bajas.

Las repercusiones que tuvo la Guerra de Cuba de 1898 para España fueron terribles. En primer lugar perdíó las colonias de Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Guam y poco después Marshall, Carolinas y Marianas. Por otro lado se inicia una crisis política, ya que nadie se responsabilizó de la derrota, el Gobierno culpa al Ejército y estos miran con recelo a los políticos. Se da una pérdida de prestigio internacional, ya que han sido derrotados por una nacíón prácticamente nueva, y han dejado de ser una potencia colonial. Además hay una serie de pérdidas económicas que derivan principalmente de los gastos militares del conflicto, la pérdida de la flota del Pacífico y en las Antillas y una pérdida del comercio y tributos de las colonias, aunque a medio plazo habrá una repatriación de capitales que será beneficiosa. Por último, y quizá lo más grave, será una crisis identitaria, que dará lugar a diferentes movimientos, en lo literario será protagonista la Generación del 98 con autores como Machado, Azorín, Pío Baroja, Blasco Ibáñez o Valle Inclán. Y en lo político un movimiento conocido como «regeneracionismo» que hace una crítica mordaz a la política española, el máximo exponente de esta corriente será Joaquín Costa quien denunció el poder de la oligarquía, la práctica del caciquismo, la corrupción política, y en general el atraso económico y cultural de España comparado con los países de su entorno, basaban la recuperación del país en la mejora de la educación, la descentralización política y la apertura política. Hubo gobiernos regeneracionistas como el de Maura o Canalejas aunque su éxito fue escaso, debido a la difícil coyuntura económica y política internacional.




CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante una fuente primaria, de naturaleza histórico-circunstancial y de carácter político. Se trata de un discurso parlamentario de Práxedes Mateo Sagasta, político progresista, participó en la revolución «La Gloriosa». Tras el Sexenio Democrático, aceptó la vuelta de la dinastía Borbón, y fue presidente del Gobierno varias veces durante el Periodo de la Restauración, precisamente en la fecha del discurso que se presenta, en plena Crisis de Cuba, Sagasta era el presidente del gobierno. La fecha del documento es el 27 de Abril de 1898, durante la regencia de María Cristina, en los momentos previos a la guerra hispano-norteamericana.

ANÁLISIS: La idea principal que se esgrime en el texto es la de justificar la entrada de España en guerra contra Estados Unidos. Cuando se refiere a «calumnia infame», Sagasta habla de la acusación tanto de la prensa norteamericana del hundimiento del crucero norteamericano Maine, anclado en el puerto de la Habana, en el que murieron 254 soldados americanos. Los medios de comunicación no dudaron de acusar de boicot o conspiración a Estados Unidos, incluso antes de que comenzaran las comisiones de investigación. Hoy en día, sigue sin conocerse exactamente las causas de la explosión que hundieron el Maine, aunque la historiografía exime de responsabilidad al Gobierno y Armada española.

COMENTARIO: El problema cubano se inicia en 1868 con la Guerra de Cuba, debido a un malestar entre los criollos con la oligarquía de origen peninsular que dominan la administración y gobierno de la isla. Reivindican principalmente mayor autonomía política y una mayor libertad de comercio. El asunto se resuelve con la Paz de Zanjón en 1878, con un acuerdo que no era más que una tregua, con algunas concesiones de autonomía, poco después, en 1880 se aboliría la esclavitud, pero el movimiento autonomista seguía activo. En 1892 se forma el Partido Revolucionario Cubano, con claros tintes independentistas que comienzan a ver necesaria la guerra para conseguir sus objetivos. En este entorno comienza la Segunda Guerra Cubana en 1895 liderada por José Martí en Cuba.

Por su parte, Estados Unidos, practica una clara política anticolonialista, no participa en la Conferencia de Berlín de 1895 y queda fuera del reparto de África y Asía. Sin embargo, comienza a practicar un nuevo tipo de Imperialismo, caracterizado por el control económico, a diferencia de las potencias europeas que aspiraban a tener un control militar y soberanía política sobre el territorio. Dentro de estas tesis imperialistas destaca la doctrina del presidente Monroe que preconizaba «América para los americanos». En la práctica, la doctrina Monroe, comenzó a ejercer influencia en algunos enclaves caribeños, pero veía en Cuba uno de los territorios más importantes. Las relaciones comerciales entre Cuba y Estados Unidos eran florecientes, siendo Estados Unidos el mayor importador de azúcar y tabaco desde la isla caribeña.

Estados Unidos contemplaba con expectación el conflicto cubano-español, con claro apoyo de los isleños. El hundimiento del Maine, en 1898, sea cual sea su causa, fue sin duda la excusa que necesitaba para intervenir en la guerra a favor de Cuba, que finalizará con la victoria de Estados Unidos.


CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante un fragmento de una de las obras más importantes de dos historiadores contemporáneos como son Fusi y Palafox. El texto es una fuente secundaria de carácter historiográfico y naturaleza pública.

DESCRIPCIÓN: La idea principal del texto, son las consecuencias que tuvo la crisis del 98 en la España de comienzos del Siglo XX. Podemos ver que los autores van desgranando las distintas consecuencias que podemos agrupar en consecuencias culturales que se manifiesta con el grupo de autores conocido como Generación del 98. En segundo lugar unas consecuencias político-intelectuales que se manifiestan en el movimiento que conocemos como Regeneracionismo, con Joaquín Costa como principal ideólogo y unas consecuencias políticas que se advierten en el ascenso de los regionalismo periféricos que alteran substancialmente la vida política de España. 

ANÁLISIS: El texto comienza indicando que al principio el Desastre de Cuba no tuvo unas consecuencia inmediatas, lejos de cambios radicales en el sistema, sólo se produjo una alternancia en los partidos del turno y la sociedad parecía asumir con aparente tranquilidad la pérdida de las últimas colonias del Estado Español. Pero, el Desastre de Cuba, servirá de catalizador para aflorar el descontento de un estado de falsa democracia caciquil establecida por Cánovas y Sagasta.

Aunque es posible que el texto completo resalte muchas más consecuencias, en el fragmento que se nos presenta, Fusi y Palafox sólo hablan de tres consecuencias, las tres primeras, y por ello debemos suponer que son las más significativas para los autores. 

La primera de ella es una consecuencia en la vida cultural del país, comienzan a aflorar nuevos escritores que desarrollan un nuevo estilo, el ensayo. En todas sus obras siempre subyace el tema de la humillación por parte de un país relativamente nuevo «Estados Unidos». Por otro lado, la pérdida de las últimas colonias, desde el mundo intelectual supone el derrumbe de grandes hitos pasado como la Reconquista, la Conquista de Ámerica o la España Imperial lo que lleva a la necesidad de construir un nuevo concepto de España, ya que lo contrario significaría seguir en el estado decadente en el que se encontraba en 1898. Toda esta literatura crítica, representada por intelectuales citados en el texto como Unamuno, Valle Inclán, Machado, Ortega y Gasset, Pérez de Ayala o Marañón, se conocen como Generación del 98 y se caracteriza por una visión pesimista, subjetiva y bajo un halo artístico de la situación que vive el país.

La segunda consecuencia que esgrime el texto es la aparición del movimiento político-intelectual conocido como «Regeneracionismo», que a pesar de tener una visión pesimista se caracteriza por su carácter reformista. El movimiento que tiene como máximo exponente a Joaquín Costa, que denunció los abusos de la «oligarquía» y del «caciquismo», la enorme corrupción de la política española y el gran atraso económico que sufría el país. Algunas de sus propuestas pasan por una reforma en la educación, la descentralización de la administración pública y una mayor apertura a Europa. Algunas de las propuestas fueron recogidas por algunos partidos políticos, como fue el Partido Conservador de Antonio Maura, que durante el periodo conocido como Gobierno Largo tuvo una gran actividad reformista, sin embargo, la «Semana Trágica de Barcelona» en 1909 se contempló como un fracaso de estas políticas. El Partido Liberal-Demócrata de José Canalejas también se sumó a la corriente «regeneracionista», entre las medidas más destacadas estuvo la abolición del «Impuesto de Consumos», el Servicio Militar Obligatorio y en un intento de descentralizar el Estado trató de crear una Mancomunidad en Cataluña, aunque su asesinato en 1912 llevó al abandono de su programa. El «Regeneracionismo» no pudo cumplir sus pretensiones de modernizar el país, ya que sus reformas fueron muy superficiales y no atajaron los graves problemas estructurales de la sociedad y la economía española.

La tercera consecuencia descrita en el texto, es que el Desastre del 98 marca un antes y un después en la política española, debida a la irrupción de los nacionalismos periféricos, si bien, antes del 98 hubo una serie de movimiento culturales que reivindicaban la diferenciación y la identidad nacional de algunos pueblos, como la Reinaçenxa en Cataluña o el Rexurdimento en Galicia. Es a partir del 98 cuando estos movimientos

aspiran a la participación política y se relacionan directamente con la crisis identitaria que sufre España como nacíón. Se cita a Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco, que representa una corriente independentista, conservadora, xenófoba y católica. También se cita la Lliga Regionalista de Lluis Cambó que representa una línea tradicionalista en comprometida con el movimiento «Regeneracionista», el caso de Solidaritat Catalana aglutina a diferencia del anterior distintas corrientes políticas con la pretensión de conseguir cotas de autogobierno para Cataluña, tendrá un éxito parcial al constituir la Mancomunitat de Cataluña.

Cabe, al margen del texto mencionar otras consecuencias del Desastre del 98, como por ejemplo las numerosas bajas que se dieron durante la Guerra de Cuba, sobre todo en las clases más pobres, ya que era posible librarse del Servicio Militar con el pago de 2000 pesetas, lo que dio lugar a una corriente antimilitarista, que se hizo más patente con los conflictos de Marruecos. Además, la política española entró en una profunda crisis, ningún partido y dirigente se hizo responsable del desastre, en este escenario el ejército deja de estar bien vista y tiende a separarse de la política liberal y adoptar posturas más autoritarias. También se da una pérdida del prestigio internacional, España se presenta como una «nacíón moribunda», esta situación será la que impulse a los diferente gobiernos a embarcarse en la aventura marroquí, como último intento de recuperar su prestigio. Además, las pérdidas económicas fueron evidentes, a pesar de que la repatriación de capitales tuvo algunos efectos positivos en la industria del país, en general, podemos hablar de que el Desastre del 98 provocó una profunda crisis económica.

COMENTARIO: El desastre del 98 tiene unas consecuencias inmediatas como deja ver el texto, pero su influencia se deja ver a lo largo de todo el Siglo XX. En primer lugar supone el fin del sistema de turnos impuesto por Cánovas del Castillo, y deja al descubierto la corrupción política y la falsa democracia que se esconde tras el «caciquismo» o el «encasillado». Por otro lado, la incapacidad del movimiento «Regeneracionista» de llevar a cabo reformas profundas en la sociedad y economía española sume al país en una profunda crisis que se acentúa con el distanciamiento del Ejército con la sociedad y política del país. Esto influirá en la política de todo el Siglo XX, desde la instauración de la Dictadura de Primo de Rivera, los problemas de la II República y la Dictadura Franquista. Aún hoy, en los albores del Siglo XXI se dejan ver los ecos de este hito histórico, como la existencia de partidos nacionalistas como el PNV o el auge de movimientos soberanistas como el de Cataluña, que hunden sus raíces en el Desastre de Cuba.



CLASIFICACIÓN: Nos encontramos ante un texto de carácter primario y de naturaleza política. Se trata de un documento público, destinado a toda la nacíón española. Publicado en el diario La Vanguardia entre otros muchos, el 13 de Septiembre de 1923. El autor es Miguel Primo de Rivera (1870-1930), militar español que consiguió importantes ascensos debido a su participación en guerras como la de Marruecos o Filipinas y que en adelante dirigirá una Dictadura Militar que pondrá fin al régimen de la Restauración.

ANÁLISIS: La idea principal que subyace en el texto, es la instauración de una Dictadura Militar, que comenzaría en 1923 y que daría por finalizado el régimen de la Restauración (1875-1923), debido a una serie de problemas que atenazan al país y a los que no han dado solución ni los partidos del turno, ni los proyectos regeneracionistas.

Entre las ideas secundarias se esgrime la necesidad de saltarse la legalidad, puesto que los gobiernos que se han alternado desde 1898 no han sido capaces de dar soluciones. Miguel Primo de Rivera alude al «cuadro de desdichas e inmoralidades» entre las desdichas podemos citar el Desastre de Cuba y la pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. Otras desdichas son algunos incidentes graves como la Semana Trágica de Barcelona en 1909 o la grave crisis de 1917. En cuanto a las inmoralidades no cabe duda de que se refiere a los casos de corrupción política que lleva a cabo unos gobiernos débiles dirigidos por la oligarquía española.

Cuando se refiere a Directorio, hace alusión a un gobierno ejecutivo asumido por un grupo de personas, con poderes políticos similares en lo que se refiere al gobierno. La calificación de «militar» se debe a que ese grupo de personas pertenecen exclusivamente al estamento militar. El Directorio Militar se establecerá en 1923 y llegará hasta 1925, durante ese periodo se dará un restablecimiento del orden social con la disminución de asesinatos políticos, manifestaciones y huelgas. A partir de 1925, el Directorio Militar dará paso a un Directorio Civil, donde Miguel Primo de Rivera asumirá casi todos los poderes.

También hace referencia al problema de Marruecos, que comienza con la Conferencia de Algeciras en 1906, que concede a España el protectorado del Norte de Marruecos. España, ve en esta concesión una oportunidad para recuperar su prestigio internacional y recuperar su estatus de potencia en el escenario internacional. Sin embargo, la ocupación efectiva del territorio será difícil, la Guerra Civil marroquí dará lugar a la «Guerra de Melilla» con repercusiones en España como la Semana Trágica en 1909. La llegada de la Primera Guerra Mundial complica la situación y hace difícil el establecimiento efectivo del protectorado del Norte de Marruecos, a partir de 1918 se inician una serie de ofensivas, a veces temerarias,  contras las cabilas rifeñas, por parte del general Fernández Silvestre,sus éxitos iniciales le otorgan el apoyo de Alfonso XIII, sin embargo finalizarán con el desastre de Annual y Arruit en 1921, con más de 12.000 bajas, lo que provocan la impopularidad del Ejército y arrastra a Alfonso XIII. Con Miguel Primo de Rivera se inicia  una ofensiva que se inicia con el desembarco de Alhucemas y que logrará la rendición de las cabilas rifeñas y su líder Abd el Krim en 1927. 

Concluye sancionando la poca responsabilidad de los partidos políticos que serán apartados de la política nacional.

COMENTARIO: Desde el fin de la Guerra de Cuba en 1898, España entra en una crisis identitaria como nacíón, que queda patente en el auge de los nacionalismos y regionalismos, con partidos como el PNV o la Lliga Regionalista con buenos resultados electorales. El movimiento Regeneracionista liderado por Joaquín Costa, deja al descubierto muchas de las irregularidades del sistema político de la Restauración, como el «encasillado» o el «caciquismo», sin embargo, los líderes políticos de este movimiento como Silvela, Maura o Canalejas, no sabrán dar solución a los problemas del país. Debemos sumar la difícil situación que se vive en Marruecos, que queda patente con la Semana Trágica de 1909, situación que se agravará con la Primera Guerra Mundial. Con todo, la tensión social se va acrecentando por la actividad del movimiento obrero que convoca numerosas huelgas y manifestaciones, con una respuesta violenta por parte de la patronal, y el crecimiento de la impopularidad del ejército y Alfonso XIII que tendrá su punto culminante en la Crisis de Annual en 1921. Ante esta situación, Miguel Primo de Rivera, con apoyo de Alfonso XIII dará un Golpe de Estado que instaurará una dictadura dirigida en sus primeros años por un Directorio Militar. 

Desde 1923 a 1925, se instaura el Directorio Militar que tendrá como principal objetivo, el restablecimiento de la «paz social» y el conocido como «descuaje del caciquismo». Para lograr la «paz social» suspende las garantías constitucionales y declara el Estado de Guerra, que dará lugar a una disminución de los asesinatos políticos, la reducción drástica de manifestaciones y huelgas y con ellos una restitución del orden social. Para el descuaje del caciquismo, Miguel Primo de Rivera sustituye las autoridades civiles, locales y provinciales por militares. Además suprime el uso de las lenguas catalana y vasca y el uso de banderas nacionalistas. Alfonso XIII asumíó la jefatura del Estado y apoyó en todo momento a Miguel Primo de Rivera, en lo que se llamado «Dictadura con Rey», fórmula que también asumíó Víctor Manuel III en Italia con Mussolini. Además ataja el problema de Marruecos con el desembarco de Alhucemas en 1925, lo que le permitíó ganar apoyos en la población, y continuar con régimen que en principio se establecía como provisional.

En 1925, desaparece el Directorio Militar y se crea un Directorio Civil, que estará liderado por Miguel Primo de Rivera, y constituido mitad por militares y mitad por civiles que pertenecen a un partido único conocido como Uníón Patriótica. En este momento, Miguel Primo de Rivera emprende el camino hacia la institucionalización del régimen, se forman, junto al partido único Uníón Patriótica, la Organización Corporativa Nacional y  La Asamblea Nacional Consultiva, que se trata de un órgano no legislativo, sino consultivo que trabajaría para el gobierno, todos órganos corporativos inspirados en el fascismo italiano. Hubo un anteproyecto de constitución en 1929 que no satisfizo a nadie, incluso a Primo de Rivera que criticaba el excesivo papel del rey. En ella, se pretendía crear una

cámara con diputados elegidos, la mitad de ellos por sufragio universal, y la otra mitad por el Rey y las corporaciones.



DESCRIPCIÓN: El texto presentado se trata de una publicación del rey Alfonso XIII en el periódico ABC, se trata de un texto histórico-circunstancial, ya que responde a la victoria en la elecciones municipales de 1931 de republicanos y socialistas, fuente primaria y de carácter público, puesto que ha sido publicado en un medio de prensa.

RESUMEN: El texto trata sobre la abdicación de Alfonso XIII y su exilio de España como respuesta a los resultados electorales del 12 de Abril de 1931 que le dieron la victoria a republicanos y socialistas.

ANÁLISIS: En el primer párrafo, Alfonso XIII, reconoce que ha perdido el apoyo del pueblo español, y es que a pesar de que los partidos monárquicos han obtenido la victoria en la mayoría de ayuntamientos tras las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931, la victoria de republicanos y socialistas capitales importantes como Madrid y Barcelona, se interpretó como una victoria del republicanismo a nivel nacional, ya que en el mundo rural predominaba todavía un sistema caciquil.

En el segundo párrafo el rey admite haberse equivocado, sin duda se refiere a su apoyo al pronunciamiento y después a la dictadura de Miguel Primo de Rivera, que alentó aún más el descontento general y crecimiento de las posiciones antimonárquicas en España.

En el tercer párrafo, Alfonso XIII, no renuncia a ninguno de sus derechos como monarca español, afirma que son derechos acumulados por la historia, en este sentido muestra una línea de pensamiento cercana a Jean Bodín que ya en el Siglo XVII, en cuanto el monarca es depositario del poder por derechos históricos, aunque quizá se desmarque de Bodín en el sentido de no defender la monarquía absoluta, ya que en el Siglo XX, la soberanía nacional está profundamente asentada en la Europa Occidental. Por otro lado, admite que podría comenzar una Guerra Civil, con la intención de proteger sus legítimos derechos, pero termina renunciando a un conflicto que enfrente a los españoles.

En el cuarto párrafo, Alfonso XIII anuncia su renuncia al trono y su exilio voluntario hasta que se celebren las elecciones generales, ya que las anteriores habían sido municipales y actuar en consecuencia con los designios del pueblo.

En el último párrafo se despide, afirmando que su decisión la ha tomado con la intención de beneficiar a España al tiempo que cumple con su deber como Rey.

COMENTARIO: El reinado de Alfonso XIII constituye uno de los periodos más convulsos de la Historia Contemporánea de España, su reinado se inicia con la regencia de su madre María Cristina (1885-1902), en se vive cierta tranquilidad social pero no tardarán en aparecer los problemas, el Pacto del Pardo (1884) entra Cánovas y Sagasta da lugar a la adulteración de las elecciones por medio del Pucherazo, el Caciquismo o el Encasillamiento, pero sin duda fue la Crisis de Cuba de 1898 la que marcó la crisis del

periodo. En 1902 con la mayoría de edad de Alfonso XIII comienza su reinado efectivo, no exento de continuas crisis, la mayoría desencadenadas por la instauración de un protectorado en el norte de África tras la Conferencia de Algeciras en 1906, el Barranco del Lobo (1908), o la Semana Trágica de Barcelona (1909), debido a los sistemas de reclutamiento para combatir en África serán las más destacadas de sus primeros años, la política sufre un giro con los llamados regeneracionistas, que pretendían modernizar el país, y que se manifiesta tanto en el gobierno conservador como el de Maura o el progresista de Canalejas. Con el comienzo de la I Guerra Mundial, el país vuelve a entrar en una profunda crisis económica imposible de resolver por los gobiernos de Eduardo Dato y el Conde de Romanones, la crisis de Annual en 1921 marcará el punto álgido de la crisis, con más de 10.000 bajas, irregularidades en los mandos militares que quedaron al descubierto con el Expediente Picasso, en 1923 Alfonso XIII apoya la dictadura de Miguel Primo de Rivera, en principio una medida temporal con la intención de restaurar el orden, entre las primeras medidas se encuentra la suspensión de la Constitución. Sin embargo, la dictadura fue enquistándose en el tiempo y la oposición comenzó a organizarse contra el nuevo régimen, en el Pacto de San Sebastián en 1930 socialistas, republicanos y nacionalistas unen sus fuerzas para derrocar la dictadura y la monarquía a la que acusan de lesa majestad y de haber traicionado a su pueblo. En 1930 se da un giro político, comienza el periodo conocido por dictablanda, ahora con el general Berenguer, que pretendía volver paulatinamente a la normalidad constitucional, sin embargo la reformas eran lentas y la oposición se exasperaba. Dentro de esta política se enmarcan las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931 con una abrumadora victoria de socialistas y republicanos. Alfonso XIII finalmente admite los resultados electorales y abdica, el 14 de Abril parte al exilio desde Cartagena, ese mismo día se proclama la II República con un gobierno provisional liderado por Alcalá-Zamora.


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