La Guerra de la Independencia Española (1808-1814): Un Conflicto de Liberación y Reforma

La Guerra de la Independencia Española (1808-1814)

Un Conflicto de Liberación y Reforma

La Guerra de la Independencia (1808-1814) se entiende desde una doble perspectiva: como una guerra de liberación nacional que marcó la evolución histórica posterior, no solo por sus graves consecuencias económicas, sino también por sus efectos sociales. Además de su carácter patriótico, tuvo un carácter liberal y reformista, y en este sentido revolucionario, porque los ilustrados españoles aprovecharon la ocasión para realizar ciertos cambios.

Primera Fase: Levantamiento Popular y Resistencia Inicial (1808-1809)

La primera fase se inicia con el levantamiento popular de Madrid dirigido por Daoiz y Velarde. En mayo-junio, las juntas provinciales asumen la soberanía y declaran la guerra al invasor, abriendo la etapa bélica. La Junta Suprema Central intenta organizar la resistencia, sin establecer un plan de campaña. Las distintas fases de la guerra se caracterizan por los planteamientos bélicos y las formas de resistencia: la guerra regular, los sitios y las guerrillas. Entre 1808-1809, el levantamiento nacional desarticula el plan francés de ocupación. La derrota del cuerpo de ejército francés de Dupont en Bailén y la capitulación del mariscal Junot ante el ejército inglés obligan al gobierno de José I a retirarse tras la línea del Ebro.

Segunda Fase: Predominio Francés y Resistencia (1809-1812)

La segunda fase es de predominio francés. Napoleón, en noviembre de 1808, entra en la Península con la Grand Armée. Derrotado el nuevo ejército español en Ocaña, las fuerzas napoleónicas aseguran el control y obligan a los ingleses a replegarse a Portugal. La superioridad numérica y la mejor organización del ejército francés provocan la ruptura de las líneas españolas. El último ejército español, el del Centro, es derrotado en Uclés. Sin embargo, varios hechos dificultan el control de la península:

  1. La resistencia de ciudades importantes: Zaragoza (con la heroína Agustina de Aragón), Gerona, Tarragona y Valencia.
  2. La intervención inglesa.
  3. La aparición de la guerrilla, que se transforma en un fenómeno de masas, desarrollándose fundamentalmente en el mundo rural.

Tercera Fase: Ofensiva Aliada y Retirada Francesa (1812-1814)

En la tercera fase, los ejércitos anglo-luso-españoles al mando de Wellington, coincidiendo con la campaña de Napoleón en Rusia, inician una ofensiva victoriosa que obliga a José I a abandonar España. Solo queda en manos francesas el este, que evacuarán a comienzos de 1814.

Balance y Consecuencias

La Guerra de la Independencia ha sido calificada de «gran desastre nacional». La destrucción retrasó los comienzos de la Revolución Industrial hasta mediados del siglo XIX. La catástrofe económico-demográfica y la profunda crisis financiera dificultaron la política interna e internacional, impidiendo recuperar las colonias americanas.

Las Cortes de Cádiz: Un Hito en la Historia Política de España

La invasión francesa planteó una grave crisis política. La negativa a acatar la soberanía francesa y la pasividad del gobierno provisional provocaron la formación de las Juntas. Estos organismos, creados para expulsar al ejército francés y restituir a Fernando VII, eran elegidos por votación, por lo que el pueblo asumía la soberanía. A pesar de esta apariencia de cambio, las juntas eran controladas por las clases privilegiadas, que temían una revolución similar a la francesa de 1789. Las Juntas no buscaban una revolución política y social, sino que fueron fruto de la guerra. Inicialmente actuaban independientemente, pero pronto se constituyó una Junta Suprema Central. En mayo de 1809 se inició el proceso que culminaría en la reunión de Cortes, dejando a éstas la tarea de transformar el Estado y la sociedad del Antiguo Régimen.

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