La Restauración Borbónica en España (1875-1931): Régimen, Sociedad y Transformaciones

La Consolidación de la Burguesía Conservadora (1875-1931)

La Restauración de la Monarquía

El Triunfo del Sistema Canovista: El Sistema Político y la Constitución de 1876

Sistema político: La Restauración fue de carácter conservador. Su objetivo era dotar de estabilidad institucional al país, que fuera válida para el mayor número de españoles, y regularizar el ejercicio del poder y su relación con el resto de los ciudadanos.

Cánovas del Castillo fue el estadista clave de la Restauración. Pretendía normalizar la vida política mediante un sistema de centro.

Principios constitucionales:

El principal fundamento descansaba en el principio conservador de la soberanía compartida entre “las Cortes con el Rey”, marginando la soberanía nacional y las conquistas democráticas de 1869.

La Corona mantenía enormes poderes.

Declaración de Derechos:

Era más liberal, un intento por atraer a las diversas opciones políticas.

Aplicación:

Se estableció el turno pacífico de dos partidos mayoritarios: el Conservador de Cánovas y el Liberal de Sagasta.

Los Partidos Políticos: Conservadores y Liberales

Conservadores:
  • Antiguos unionistas, moderados y conservadores.
  • Sufragio censitario o restringido.
  • Religión católica y abolición del matrimonio civil.
  • Revisión y censura en la enseñanza.
  • Censura y cierre de determinados periódicos.
  • Política económica proteccionista.
  • Supresión de los fueros vascos.
Liberales:
  • Antiguos progresistas, parte de antiguos unionistas, constitucionales, fusionistas.
  • Sufragio universal masculino.
  • Libertad pública y privada de cultos.
  • Libertad de cátedra.
  • Libertad de prensa.
  • Política económica de librecambismo.
  • Derecho de asociación y jurados.

Tras ser establecida la Constitución de 1876 y después del gobierno presidido por Cánovas desde 1875, en 1881 subió al poder Sagasta, para después, en 1884, volver a tomar el poder Cánovas. Los liberales del partido de Sagasta optaron por el sufragio universal masculino en la “Ley Electoral de 1890”, lo que obligaría a los políticos a la manipulación y compra de votos, y al caciquismo.

Turno Pacífico de Partidos

Se denomina así al acuerdo para sucederse en el gobierno de la nación. La consolidación del turno o alternancia pacífica tuvo lugar en 1885, a la muerte de Alfonso XII, en el llamado Pacto del Pardo.

Con el Sistema de Turno Pacífico se consiguió:
  • La pacificación en la Guerra Carlista, que finalizó en 1876. Tuvo lugar la reforma del Régimen Foral de los vascos, por el que tuvieron que pagar impuestos y realizar el servicio militar. En 1888, el grupo partidario de la intervención política protagonizó una escisión dentro del carlismo, los llamados integristas católicos.
  • Se consiguió la paz de Cuba por el Convenio de Zanjón, firmado entre Martínez Campos y Máximo Gómez. Los cubanos consiguieron casi en su totalidad la abolición de la esclavitud y una mayor representatividad.
  • Se integraron fuerzas del partido de Pidal y Mon, el cual agrupaba al conservadurismo financiero y al alto clero. Se integró porque estaba vinculado a las decisiones del Vaticano, y la política vaticana cambió hacia una aproximación a los regímenes españoles (orígenes de los partidos democráticos cristianos).

Los Partidos Políticos: Carlistas, Republicanos y Socialistas

Carlismo:

A partir de 1876, el carlismo se dividió ideológicamente en dos líneas:

  • Línea partidaria de la intervención política.
  • Línea partidaria del retraimiento, encabezada por Cándido Nocedal.
Republicanos:

Los republicanos unitarios del Sexenio se dividieron al producirse la restauración de la monarquía con Alfonso XII.

Ruiz Zorrilla logró atraer a su partido “Republicano Progresista” a una parte importante de los republicanos y a algunos mandos del ejército. El último y que mayor difusión tuvo fue el del brigadier Villacampa en Madrid en 1886. Conforme la monarquía se fue asentando, Castelar estuvo dispuesto a una integración en el sistema, siempre que se diera una condición: la implantación del sufragio universal.

Turno Pacífico (Oligarquía) y Caciquismo

Funcionamiento del sistema en teoría:

El sistema político de la Restauración, en lo que se refiere a la formación del gobierno, se caracterizó por un procedimiento distinto a todos los anteriores. El rey encargaba formar gobierno al jefe del partido mayoritario.

  • Si este líder perdía la confianza del rey, debía dimitir.
  • Si perdía la confianza del Parlamento, no podía gobernar, debía dimitir o bien disolver el Parlamento convocando nuevas elecciones.
  • Si el nuevo Parlamento todavía era contrario, no podía gobernar.
La preparación de las elecciones:

Cuando Cánovas o Sagasta eran convocados por el rey para formar un nuevo gobierno, el objetivo principal consistía en que su partido ganara las elecciones a las Cortes (Congreso de Diputados y Senado). Para ello, debía “prepararse el proceso electoral” de dos formas:

  1. Publicación de una ley electoral favorable.

Las elecciones eran manejadas desde el poder. Los votos de los distritos rurales se repartían sus escaños entre los diferentes partidos dinásticos (conservadores y liberales) y de la oposición (carlistas, regionalistas, republicanos o socialistas), al no estar el voto de los trabajadores tan condicionado y ser más difícil su manipulación.

Los dos partidos estaban vinculados a la alta clase social rectora: nobleza, alta burguesía… y en los pueblos contaban con los caciques (personas influyentes que controlaban extensos grupos humanos).

  • Se manipulaban los votos porque el gobierno siempre obtenía la mayoría que necesitaba.
  • La oposición no obtenía suficientes votos como para ocupar puestos fuertes: “encasillado”.
  • Aparecieron denuncias en el socialismo y el regeneracionismo.

Los Problemas del Régimen: El Problema Colonial y la Crisis del 98

Colonias: Cuba, Puerto Rico y Filipinas

Antecedentes:

Guerra de los Diez Años en Cuba (1868): el “Grito de Yara”. Estados Unidos se entrometió y lanzó una oferta de compra de la isla. Se consiguió, gracias al acuerdo, una mayor representatividad, con un régimen análogo al que había conseguido Puerto Rico.

Existió un grupo minoritario que estuvo en contra, encabezado por A. Este brote de protesta fue muy corto, denominado “La Guerra Chiquita”. Estados Unidos ayudaba a Cuba principalmente por intereses económicos muy fuertes, pero también unidos, primero, a la reconstrucción del oriente cubano, muy destruido por la guerra de independencia, y en segundo lugar, a las inversiones de capital estadounidense para la mecanización del sector azucarero que haría posible sustituir el trabajo del esclavo negro por el blanco asalariado.

Estados Unidos se fue convirtiendo en el mercado por excelencia para Cuba y sus puertos.

Actitud del gobierno español ante la situación:

Se ha dicho durante mucho tiempo que los gobiernos de la Restauración tomaron sobre Cuba una actitud de total pasividad.

  • Se tomaron medidas contra la discriminación racial.
  • Política migratoria de españoles a Cuba.
  • Promoción cultural de la isla.
  • Hispanización de la sociedad cubana.

En 1895, comenzó la Segunda Guerra en Cuba, el 16 de febrero, con el Grito de Baire. Sus intereses parecían haber cambiado.

En 1896, estalló un brote revolucionario en Filipinas. Se fusiló a José Rizal (fundador de la Liga Filipina).

Derrota de España en Cuba:

Estados Unidos tenía intereses económicos y de prestigio en la isla. Moret, ministro de Ultramar, rechazó las ofertas mientras el Gobierno entero se volvía hacia las potencias europeas, incluso hacia el papa, sin obtener resultado alguno. Solo personalidades aisladas como Pi y Margall y las organizaciones obreras conservaban la lucidez. España se quedó sin la escasa flota que tenía. Las negociaciones de paz patentizaron la inflexibilidad de la diplomacia de Washington, que exigió también la entrega de Filipinas. Lo que quedaba del Imperio fue liquidado enteramente.

Crisis del 98

El sistema de redenciones fue fuertemente criticado, por el cual los jóvenes se redimían de ir al servicio militar a cambio de pagar una cantidad de dinero determinada.

El 98 marcó la segunda etapa de la Restauración: la crisis del sistema. El reinado de Alfonso XIII duró de 1902 a 1931. El “regeneracionismo” criticó a los partidos dinásticos en un intento de reforma política.

Surgieron nuevos hombres al frente de los partidos Conservador y Liberal. Cánovas había muerto y Sagasta murió en 1903.

Conservadores:

Silvela, del partido Conservador, formó gobierno en 1899: fue un intento de regenerar, de modernizar… Silvela abandonó el gobierno en 1900 y la política en 1903.

Maura formó gobierno en 1903 hasta diciembre de 1904 y después formaría el gobierno largo de 1907 a 1909.

Liberales:

  • Montero Ríos formó gobierno en 1905.
  • Moret en 1910.
  • Canalejas en 1912. Este gobierno intentó reivindicaciones contra el caciquismo y solucionar los problemas derivados de la crisis del 98: mejorar la economía y el propio sistema.

Aun así, fue en esta etapa cuando surgieron los principales problemas del régimen:

  • Nacionalismos.
  • Sindicalismo obrero: Socialismo y Anarquismo.

Nacionalismos

Catalán:

En 1890, el catalanismo ya había desbordado los límites de un simple movimiento cultural para pasar plenamente a formar parte del plano político.

Prat de la Riba fue el primer presidente de la Mancomunidad Catalana y murió en 1917.

Vasco:

La supresión de los fueros vascos en 1876 significó una profunda crisis en la sociedad vasca, ante la cual reaccionarían distintos sectores que acabarían convergiendo en torno al ideario nacionalista elaborado por Sabino Arana.

Finalmente, en 1894, Sabino Arana creó el PNV:

  • Separó al carlismo del nacionalismo.
  • Fue un fuerte arranque para la reivindicación de los fueros.
  • Representó, a su vez, el rechazo frente a una forma urbana e industrial.
  • La alta burguesía y el proletariado permanecieron al margen.
  • Tuvo un componente muy religioso y extremadamente racista, que se iría atemperando. Su actuación, sin embargo, quedó reducida al ámbito municipal.

Más tarde se organizaría un partido político de matiz republicano, el ORGA. Su incidencia ideológica y cultural sería decisiva durante la Segunda República.

Republicanismo

En estos momentos, el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux era extremadamente popular, sobre todo en la clase media, e intentaba atraer al proletariado.

En 1912, fue fundado el Partido Republicano Reformista como entidad independiente, por Azcárate y Melquíades Álvarez.

Militarismo

Fue fuertemente influenciado por el africanismo y la intervención en Marruecos.

El gobierno largo de Maura (1907-1909) hizo mención al colonialismo.

En 1906, Francia y España ejercieron un proteccionismo sobre Marruecos. Pero también existían intereses económicos sobre la explotación minera de la zona.

En julio de 1909, se produjo un nuevo incidente cuando Maura ordenó que los soldados reservistas embarcaran en Barcelona para defender Melilla de los ataques marroquíes. Los catalanes no obedecieron y fueron apoyados por sindicatos y partidos catalanes, que se oponían a la guerra.

Semana Trágica

El 26 de julio de 1909, se inició una huelga general preparada por “Solidaridad Obrera” que cobró una violencia extraordinaria los días 26, 27 y 28.

Barcelona quedó prácticamente aislada cuando las masas empezaron a formar barricadas con adoquines, destruyeron tranvías o quemaron conventos. Barcelona vivió días de terror espontáneo que manifestaba el antimilitarismo, el anticlericalismo, el nacionalismo catalán y la fuerza de republicanos radicales y obreros en las calles.

La “Semana Trágica de Barcelona” se estabilizó el día 31. La represión fue muy fuerte: juicios, ejecuciones (se ejecutó a Ferrer Guardia, pedagogo de ideas libertarias, que no había tenido absolutamente nada que ver con el movimiento).

Sindicalismo Obrero: Anarquismo y Socialismo

Antecedentes:

Hasta 1860, el movimiento obrero apenas existía. El proletariado tendía a crear asociaciones, pero no estaba organizado como tal.

Espartero ya había admitido una primera asociación. El proletariado apoyaba a los más radicales: demócratas y republicanos.

Se establecieron contactos con la AIT, promovida por Marx.

En España ocurrió lo contrario; en el Congreso de Córdoba, la mayoría (62%) era anarquista.

Anarquismo:

Sagasta permitió la celebración legal de un congreso en Barcelona en diciembre de 1871 que reconstruyó la Organización Federal de Trabajadores de la Región Española (FTRE). Fue un nuevo ensayo anarquista que se deshizo por la represión (episodios de la “Mano Negra”) y por las disensiones internas en 1887.

Se promulgó en 1887 la Ley de Asociaciones.

En el Congreso de Barcelona en 1888, se creó la Organización Anarquista de la Región Española. Todo esto sirvió para relacionar diferentes grupos anarquistas con una sola finalidad: “… la anarquía, el no gobierno, un estado social en el que no es necesario gobierno, ni dirección alguna…”.

Existió una fuerte implantación en Cataluña, Levante y Andalucía.

Mientras, un sector del Anarquismo Internacional utilizó el terrorismo. El atentado del Liceo de Barcelona en 1893 y el asesinato de Cánovas en 1897.

Socialismo:

Fue un núcleo homogéneo a través de la “Asociación del Arte de Imprimir” por Pablo Iglesias en 1874, que después se extendió por todo el país. Fue la base para la implantación socialista.

El 20 de julio, el Manifiesto Programa pedía:

  • Transformación de la propiedad individual en propiedad social.
  • Abolición de clases.
  • Posesión del poder político.

El informe fue redactado por Jaime Vera para la Comisión de Reformas Sociales. Este informe constituyó la primera manifestación teórica del socialismo en España.

En 1886, salió a la luz El Socialista, órgano semanal de Pablo Iglesias.

Con la Ley de Asociaciones de 1887, se permitió legalmente el asociacionismo obrero.

Gobiernos del Nuevo Sistema

Tras la “Semana Trágica de Barcelona”, se inició entonces una campaña en contra del gobierno de Maura, la campaña “Maura no”.

Maura fue apartado del poder por decisión del rey, pero Maura no aceptó.

El rey nombró a Moret presidente del gobierno. Este nuevo gobierno cayó por una maniobra dentro del propio partido liberal.

En 1910, los liberales sustituyeron a Moret por Canalejas. Este afrontaría el problema clerical y lo que demandaba un fuerte sector de la burguesía media y socialistas: el hecho de que desde 1875 las órdenes religiosas habían acaparado la enseñanza.

Los Intentos Renovadores de José Canalejas

Canalejas estableció:

  • La “Ley del Candado”, por la cual se prohibía la aparición de nuevas órdenes religiosas; esto le enfrentó con Roma y con parte del clero, que se oponían a las ideas de Canalejas sobre la libertad de cultos y enseñanza de la religión.
  • Preparación de una “Mancomunidad Catalana” (hecho ya aprobado en el gobierno de Dato). Se trataba de un gobierno regional con fines administrativos, que reunía las cuatro diputaciones catalanas; su primer presidente sería Prat de la Riba.

Esta última reforma de la “Mancomunidad Catalana” no pudo llevarse al BOE porque Canalejas fue asesinado.

  • “Ley del Reclutamiento Obligatorio”, que en tiempos de paz rebajaba el servicio militar a cinco meses.

El partido liberal fue privado de “un gran hombre”, con lo que surgieron rencillas y luchas dentro del partido liberal. Los “mauristas” se separaron en 1913 del partido conservador y tuvieron un grupo propio.

Desde entonces, los gobiernos serían muy inestables.

El gobierno de Dato hizo lo imposible para la formación de un partido o gobierno conservador fuerte (tuvo lugar la fragmentación del partido conservador).

El Reformismo de Melquíades Álvarez

En abril de 1912, un nuevo partido, el Reformista de Melquíades Álvarez, se presentaba como un neorrepublicanismo de derechas que pretendía servir de enlace para lograr la evolución del sistema y de la monarquía hacia los ideales autonomistas, republicanos y socialistas, en proceso de crecimiento.

Todo ello influyó en la emigración del campo, el aumento del proletariado y los movimientos obreros de 1917. La gran cantidad de oro que ingresó el Estado español permitió cancelar sus deudas y adquirir capital extranjero en empresas mineras y ferrocarriles.

Durante la guerra, tanto el partido Republicano Radical de Lerroux en Barcelona o los continuadores de Blasco Ibáñez en Valencia, como el partido Socialista de Pablo Iglesias, acentuaron su oposición contra el orden establecido. Sus discursos en el Congreso y sus artículos en la prensa se complementaron con su participación en actos antimonárquicos y con acciones o movilizaciones populares en las calles.

El Fin de la Monarquía: La Revolución de 1917

Entre 1910 y 1917, el proletariado se organizó.

En la Revolución de 1917, convergerían los malestares de distintos sectores: obrero, militar y político parlamentario.

Sector Obrero:

El PSOE se encontraba muy fortalecido. Había establecido contactos con el sector republicano (1909), con vistas electorales, a título circunstancial.

En 1910, Pablo Iglesias comenzó el socialismo parlamentario.

La UGT aumentó considerablemente sus efectivos.

Sector Militar:

Se encontraba muy reivindicativo: los ascensos eran difíciles, había desigualdad entre los cuerpos, malestar económico… Se concibieron las Juntas de Defensa como una especie de sindicatos militares encargados de defender sus intereses económicos y, sobre todo, profesionales: evitar agravios comparativos con otras armas (caballería, artillería o ingenieros), regulación de los ascensos para evitar el nepotismo y las influencias políticas, etc.

Sector Político:

Un sector muy activo pedía reformas; eran los políticos catalanes. Este malestar fue absorbido por los parlamentarios disidentes.

En julio de 1917, tuvo lugar una reunión de parlamentarios en Barcelona para forzar una reforma constitucional.

Durante la Primera Guerra Mundial, se provocó una demanda de producción no bélica. En contraste con esto, existía escasez y carestía en el interior del país, lo cual repercutió en los obreros y funcionarios, quienes pidieron reformas y esperanzas a los políticos. Volvieron las huelgas y el terrorismo.

Se habló de “sindicalismo amarillo” enfrentado con el “sindicalismo rojo”.

  • “Sindicalismo amarillo” organizado por los patronos.
  • “Sindicalismo rojo” organizado por los obreros.

El conflicto entre estos dos ocasionaría la aparición de cuerpos armados no gubernamentales.

El gobierno, por medio de Martínez Anido, aplicó una dura represión.

En 1921, tuvo lugar la Tercera Internacional. Escisión del PSOE en una minoría de juventudes socialistas que formarían el PCE con vida pública entre 1921 y 1923.

En Cataluña, los partidos burgueses se encontraban en una situación muy difícil: por una parte, tenían que mantener el catalanismo, pero por otra, la burguesía exigía un mantenimiento del orden (principios de escisión).

Inestabilidad Política:

El gobierno de García Prieto fracasó en noviembre de 1917.

Se dieron intentos de un gobierno de concentración, que acabaría por darse en un “Gobierno Nacional” de marzo de 1918 a noviembre del mismo año; fue un gobierno dirigido por un grupo de políticos de diversas tendencias.

En 1921, Dato fue asesinado.

En estas circunstancias, aumentó el poder personal del rey, que cada vez se acercaba más al ejército.

La Guerra de Marruecos:

En 1912, los gobiernos de España y de Francia firmaron un tratado que reducía el territorio español del norte de Marruecos (Rif) y mantenían el territorio del sur en Ifni.

En 1913, el sultán aceptó este reparto y la internacionalización de Tánger. El jefe de los rifeños, Abd-el-Krim, rodeó las fortalezas donde se refugiaron las tropas de Berenguer (Annual), derrotó al ejército español y el desastre anuló las conquistas obtenidas por España en los doce años anteriores.

Esta derrota supuso no solo una crisis militar, sino que también le costó al rey un gran desprestigio.

Se inició un informe para buscar responsabilidades, el “Expediente Picasso”. Este hecho y las graves crisis políticas (gobiernos inestables) y sociales (desórdenes callejeros y pistolerismo) fueron las razones por las que el rey permitió el golpe militar y la dictadura de Primo de Rivera.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

El golpe de Estado tuvo lugar el 13 de septiembre de 1923. La caída de Primo de Rivera, siete años más tarde, arrastraría un año después al rey. El monarca llegó a consultarle a Antonio Maura sobre la conveniencia de encabezar él mismo un régimen de dictadura, pero el exdirigente conservador le hizo ver que era tarea propia de los militares, que tantas veces habían intervenido en la vida política española.

El presidente del nuevo gobierno, García Prieto, solicitó al rey que destituyese a los militares sublevados; al negarse este, el gobierno no tuvo más remedio que dimitir. Entonces el rey llamó al general Primo de Rivera para que se hiciera cargo del gobierno, y por Real Decreto de 15 de septiembre de 1923, tomó el cargo de Presidente del Directorio Militar encargado de la gobernación del Estado.

Los objetivos de Primo de Rivera eran:

  • Restablecer la paz social.
  • Resolver la cuestión marroquí.

La Constitución se consideró suspendida temporalmente.

La novedad de esta dictadura, frente a otras, fue el intento de institucionalizarse como un régimen estable.

Programa Político:

No existía un programa político definido. El programa político existente sería la propia personalidad de Primo de Rivera:

  • Ideas de política bastante primitivas.
  • Intuición de gobierno.
  • Buena voluntad para la política.
  • Cuando se equivocaba, lo decía y rectificaba.

Primo de Rivera era un ser campechano, paternalista, excéntrico, pragmático, con recelos ante la política profesional. No se le puede considerar un fascista, aunque tuvo contactos con el fascismo.

Posturas y Reacción:

Aprobación del golpe de Estado:

Prensa conservadora, Iglesia, sindicatos católicos, burguesía catalana (Cataluña). Ambiente favorable en general.

Protestas individuales:

Maura, Romanones, UGT, PSOE. Sectores siempre hostiles hacia Primo de Rivera: UGT y PSOE.

Total oposición:

CNT y PC. Martínez Anido tendió a su eliminación durante todo el directorio.

Etapas:

Directorio Militar (1923-1925)

El poder central fue ocupado por militares.

A nivel central, un grupo de generales fue elegido por su antigüedad. La Unión Patriótica (UP) funcionó como partido, aunque no nació como tal. El éxito en Marruecos fue tal que, siete meses después, Abd-el-Krim pidió la paz y se rindió a los franceses, que lo deportaron a la isla de Reunión, en el Océano Índico.

Directorio Civil (Diciembre de 1925)

Fue un intento de institucionalización.

El Directorio Civil lo formaron personas que no eran militares. Se restauró el Consejo de Ministros.

Aunós fue autor de un importante documento de un código de trabajo corporativo. Pertenecían a esta Asamblea personas designadas por el gobierno o por corporaciones.

Se pusieron las bases para una Constitución, pero no sería tal. Sería una “Constitución desde arriba”.

Nacionalismos:

En 1925, el catalanismo se opuso a Primo de Rivera. Primo de Rivera recurrió a una política negativa contra los nacionalismos, eliminando la Mancomunidad Catalana, el catalanismo político y la lengua catalana.

Estas medidas, sin embargo, tuvieron el efecto contrario, reforzando el partido y radicalizándolo hacia la izquierda:

En 1922, ya se había creado “Acció Catalana” como izquierda radical frente a la Lliga, que tendía al republicanismo.

Política laboral:

El Directorio Civil contó con la colaboración de la UGT, lo que permitió aspectos socializantes y la relación del régimen con los sindicatos. En estos Comités colaboró la UGT.

Comités Paritarios → Consejos de Oficio → Consejo Superior

Los sindicatos católicos se separaron del régimen, así como de la Iglesia.

Política social:

Se dio una más o menos amplia legislación social que fue promovida con la creación de nuevas escuelas y viviendas sociales.

Se mantuvo el orden público a través de la censura, estado de sitio…

Política económica:

Fase de estabilización económica mundial (crisis de posguerra hasta la Gran Depresión de 1929).

Planificación:

Dirigida por hombres jóvenes, tecnócratas, personas no comprometidas políticamente.

Intervencionismo:

Se crearon comités que regulaban todos los sectores económicos.

Obras públicas:

Se absorbió el paro y se amplió el mercado nacional.

Para financiar toda esta política económica, se intentó una reforma fiscal en 1926. Esto provocó la oposición de la burguesía y las clases sociales pudientes; los periódicos “El Debate” y “ABC” se manifestaron en contra.

Creación de bancos paraestatales, con capital del Estado:

  • Banco Exterior de España para financiar el comercio exterior.
  • Banco de Crédito Industrial para proteger a la industria nacional.
Obras Públicas:
  • Modernización de la Red Ferroviaria: en 1924, creación de un Consejo Superior de Ferrocarriles.
  • Confederaciones Hidrográficas: aprovechamiento de las cuencas hidrográficas con un Plan Hidrográfico muy ambicioso.
  • Ampliación de la electrificación rural.
  • Aumento de la producción de hierro y acero.
  • Intensificación del comercio exterior.

Todo esto creó una sensación de crecimiento y prosperidad. A su vez, el Estado intervino en sectores como el del carbón (en el sector doméstico), el plomo, automovilístico, algodón…

Pero toda esta prosperidad se desmoronó en 1928 debido a la “Crisis financiera” como consecuencia de la devaluación de la peseta:

  • Política inflacionista de Primo de Rivera, en la que la deuda pública se había casi duplicado.
  • Tímidos inicios de la crisis de 1929.
  • Exportaciones de capital.
  • Malas cosechas.
  • Disminuyeron los ingresos de los inmigrantes.

La Descomposición y Caída del Directorio (1930)

Oposiciones al régimen:

Seis años de gobierno habían desgastado la figura del Dictador, que supo atraer contra su persona los diversos descontentos que con su actuación política se ganó. Prueba de su mal estado de salud es que murió dos meses después de su dimisión. Fue una Dictadura suave si se la compara con la brutal represión a que se sometió al país, nueve años después y durante cuarenta años, otro general sublevado: Franco.

  • Catalanistas y burguesía catalana, que a cambio de su inicial apoyo al régimen trató de alcanzar mayores cotas de autonomía. El Dictador empujó a muchos catalanistas hacia el republicanismo.
  • Solo Ramiro de Maeztu apoyó la causa del Dictador. Las Universidades fueron cerradas varias veces y detenidos algunos de los líderes de la FUE.
  • Sector militar, que se opuso al general debido al conflicto mantenido con el Cuerpo de Artillería. El rey no les apoyó y desde entonces un importante sector del ejército empezó, por revancha, a alimentar ideas republicanas.

El 24 de junio de 1926, tuvo lugar ya un pronunciamiento sin consecuencias: “La Sanjuanada”.

  • Monarquía, que también le retiró su apoyo por la baja popularidad de Primo de Rivera. Este moriría dos meses después en un humilde hotel de París.

La “Dictablanda” (1930-1931)

El rey, tras aceptar la dimisión del general Primo de Rivera, nombró presidente del Consejo de Ministros a otro militar: el general Berenguer. El objetivo era volver a la situación anterior al golpe de Estado de 1923, es decir, rescatar la Constitución de 1876, retornando a la legalidad constitucional y también convocar elecciones generales.

El Final de la Monarquía

Los apoyos a la monarquía eran pocos: terratenientes y caciques, financieros, poderosos industriales y los católicos más tradicionales. Prieto estaría al frente de todas estas alianzas.

En Cataluña, la izquierda republicana de Francesc Macià, “Estat Català”, desbordó a la Lliga, que se encontraba desprestigiada por su colaboración con Primo de Rivera.

El ejército, con sectores pro-republicanos, dejó sin apoyo a la monarquía.

Tras el pacto, se formó un Comité Revolucionario, con Niceto Alcalá-Zamora al frente, hombre republicano, católico y conservador. Pretendían una república unitaria, católica y conservadora.

El Comité estaba preparando un proceso revolucionario, pero se le anticipó un pronunciamiento militar por la República en Jaca. Este pronunciamiento fracasó debido al fusilamiento de los capitanes Galán y García Hernández.

El Comité Revolucionario fue encarcelado y se condenó a la monarquía, quedando desprestigiada. Ortega y Gasset se pronunció.

El almirante Aznar formó un nuevo gobierno y, aconsejado por uno de sus ministros, el Conde de Romanones, decidió convocar elecciones municipales.

Tras numerosas entrevistas políticas, se vio la necesidad de que el rey dimitiera, y así lo hizo.

Horas antes, Macià había proclamado la República Catalana, acción que fue enseguida encauzada.

La Economía, la Sociedad y la Cultura durante la Restauración

Evolución Demográfica:

La población española durante el periodo de la Restauración tuvo un crecimiento lento pero continuo: 16,6 millones en 1877, 18,5 en 1900 y 21,3 en 1920. Canarias fue la región española con mayor crecimiento demográfico real en este periodo.

Las causas de este crecimiento fueron:

  • El mantenimiento de las tasas de natalidad.
  • El fuerte descenso de la mortalidad. Madrid y Barcelona tenían respectivamente 397.000 y 249.000 habitantes en 1877, más de medio millón cada una en 1900 y alrededor de un millón en 1930.

La vida urbana se modificó. Mejoraron las comunicaciones al aplicar al transporte urbano la electricidad (tren, tranvía, metro o trolebús) y el petróleo (coches y autobuses).

Las migraciones exteriores fueron constantes. Al concluir la guerra mundial, el campesinado en paro emigró a los países europeos, a Francia especialmente. Durante esta etapa, el aumento de la superficie agrícola cultivada fue a costa de prados, pastizales y cañadas, lo que perjudicó a la ganadería. La legislación proteccionista de los cereales favoreció la expansión del cultivo del trigo.

Las únicas innovaciones se efectuaron en:

El litoral valenciano, gracias a los huertos de naranjos. Tras la Primera Guerra Mundial, la naranja ocupó el primer lugar entre los productos españoles exportados, superando a los minerales de hierro y cobre y, por supuesto, a los vinos. Las frecuentes hambrunas habían conducido a soluciones extremas: alimentarse de bellotas o algarrobas, robos y ataques a los propietarios y, al final, la emigración.

La Industria y la Minería:

Industria:

La industria catalana durante la Restauración mantuvo una maquinaria anticuada, su producción quedó estancada, dejó de ser la más importante y su lugar fue ocupado por la siderurgia, maquinaria y navieras vizcaínas y por la nueva industria química. El siglo XX se inició con sucesivas crisis hasta que se recuperó gracias a los pedidos de los países beligerantes durante la Primera Guerra Mundial.

En Asturias, los hermanos Pedro y Julián Duro instalaron en La Felguera en 1865 las primeras grandes calderas para fundir hierro con carbón asturiano, que en 1900 se convirtieron en la central siderúrgica “Duro-Felguera”. En 1882, financieros como Villalonga, Ibarra, Urquijo, Chávarri y Olano constituyeron empresas siderúrgicas.

Otra industria nueva fue la eléctrica que permitió a Madrid y Barcelona tener alumbrado público respectivamente desde 1881 y 1882.

Minería:

La minería española alcanzó su cenit en la década de 1910, cuando los productos mineros suponían un tercio del total exportado. Los únicos capitales que se mantuvieron en España fueron los procedentes de las minas de carbón asturiano y de las minas de hierro vizcaíno, pero mientras que las primeras ya eran poco rentables, el hierro vasco siguió proporcionando grandes beneficios que se invirtieron en el desarrollo industrial vasco.

En cuanto a los ferrocarriles, si bien no se construyeron muchas líneas nuevas, se modernizó el material rodante y se duplicaron algunas importantes vías férreas.

Comercio:

Entre 1875 y 1885, la economía española creció gracias a una serie de elementos:

  • La filoxera francesa impulsó las exportaciones del vino español.
  • La invención del convertidor Bessemer y la demanda británica de hierro vasco, impulsaron la siderurgia vizcaína.
  • La apertura del mercado cubano en 1882 propició la recuperación de la industria algodonera catalana.

En estas circunstancias, España mantuvo la anterior política librecambista.

Desde 1885, España adoptó una política proteccionista. La crisis económica internacional, la invasión de cereales americanos, el miedo de los agricultores e industriales españoles y el afán proteccionista de la marina mercante, condujeron a un aumento del proteccionismo que desembocó en el Arancel de 1891.

La Sociedad: Oligarquía, Clases Medias y Proletariado

La Restauración consolidó la sustitución de la antigua sociedad estamental por una sociedad de clases, donde la oligarquía (nobleza y alta burguesía) ostentaba el poder económico y político, mientras las clases medias y el proletariado buscaban su espacio y reivindicaban sus derechos.

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