Regencia de María Cristina estatuto real

13.2 El carlismo
Tras su derrota, Cándido Nocedal representó al movimiento en la península. Continúan defendiendo la monarquía tradicional y los valores religiosos. Sin embargo, su unidad era bastante frágil hasta el punto de que en 1888 un grupo carlista radical se separó formando el Partido Integrista.

2.2. El surgimiento de los nacionalismos periféricos

Durante la restauración surgirán movimientos contrarios al centralismo defendido por el Estado Liberal español, apoyados principalmente por la burguésía.

El nacionalismo catalán (catalanismo)

Surge en un primer momento de la Renaixença, cuyo objetivo era la reivindicación cultural. Sin embargo, las primeras reivindicaciones políticas surgieron de las manos de Valentí Almirall con el Centre Catalá, fundado en 1882. En 1885 presentaron el Memorial de Greuge, a favor del mantenimiento de los intereses catalanes. Posteriormente, se crea la Uníó Catalanista (1891), que aprobaron un año después las Bases de Manresa, donde se considera a Cataluña como una entidad autónoma dentro de España. Con la crisis de 1898 se acrecentó aun más el espíritu nacionalista, y en 1901 se constituye la Lliga Regionalista de Catalunya. Así, en las elecciones de 1901, la Lliga triunfó en Barcelona. Comenzaba a aparecer un nuevo panorama político. 

El nacionalismo vasco

Se ve impulsado por la pérdida de los fueros y por los efectos de la industrialización al poner en peligro las tradiciones vascas. El nacionalismo surgirá con la figura de Sabino Arana, de ideario tradicionalista y defensor de la superioridad de la etnia vasca. Fundará el Partido Nacionalista Vasco, PNV. Tras su fallecimiento, el movimiento se suavizó aceptándose la vía hacia la autonomía.

2.3. Los partidos republicanos

Tras el fracaso de la Primera República, han perdido fuerza y se han dividido. Además, desaparecieron los líderes principales. Aun así, a comienzos del Siglo XX aparecen nuevas opciones como la de Alejandro Lerroux del Partido Radical.

2.4. El movimiento obrero

Como consecuencia de la explotación obrera surgida con la industrialización, el movimiento obrero comenzó a adquirir fuerza en la península. Se dividieron en dos corrientes: anarquistas y socialistas. En 1870 se formó la Federación Regional Española (FRE) de la AIT, aunque tuvo que disolverse tras el Golpe de Estado de 1874 y el movimiento entró en la clandestinidad.


13.2.2Los anarquistas
Pasaron de la clandestinidad a la legalidad en 1881, cuando Sagasta llegó al poder. El movimiento volvíó a adquirir confianza y en un Congreso celebrado en Barcelona ese mismo año se fundó la Federación de Trabajadores de la Regíón Española. Sin embargo, el anarquismo andaluz sufríó una fuerte represión por el asunto de la Mano Negra. Además, para destruir el orden político existente realizaron numerosos atentados, asesinando incluso al presidente del gobierno Cánovas en 1897. El movimiento predominó principalmente en Levante, Cataluña y Andalucía.

Los marxistas o socialistas

Esta otra tendencia del movimiento obrero casi no adquiríó fuerza hasta que en 1879 Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Defendían los objetivos marxistas: conquista del poder por medio de una revolución obrera e implantar una dictadura del proletariado para acabar con el capitalismo y las desigualdades sociales. En 1888 se crea el sindicato socialista, la UGT. En cuanto a las zonas de influencia destacaron Madrid, Vizcaya y Asturias. 


14.3 EL DIRECTORIO MILITAR (1923-1925) En general el pronunciamiento militar fue bien acogido. Primo de Rivera lo presentó como “régimen transitorio” para eliminar el caciquismo y poner fin al desorden , al gobierno, y al separatismo catalán. Suspende la constitución de 1876 , disuelve las cortes y establece censura de prensa. Se creo la uníón patriótica , que aporta al personal político lo que necesitaba la dictadura . Primo de Rivera se mostró muy duro en el catalanismo. Restablece el orden público y gana popularidad con la burguésía catalana y con el catalanismo moderada de la “ Lliga de Cambó “Se ganó enemigos en Cataluña. El problema marroquí se disuelve . Abd-el-Karim atacó a los franceses , dando lugar a la alianza entre Francia y España , y este es derrotado en el desembarco de Alhucemas (1925) EL DIRECTORIO CIVIL (1925-1930). OPOSICIÓN A LA DICTADURA Y LA Caída DE Primo de Rivera Primo de Rivera transforma el Directorio Militar en el Directorio Civil. Quería institucionalizar el régimen y por eso se convocó una Asamblea Nacional Constitutiva . En cuanto a economía , España se benefició de los años prósperos tras la 1GM. La economía española fue creciendo , se aumentó la producción de varios metales , se extendíó la electrificación , se impulsan las obras públicas y se crean las confederaciones hidrográficas. En cuanto a la política social , el estado construye viviendas baratas, institutos, escuelas… Se crean comités paritarios para solucionar los conflictos sociales donde participan los socialistas. A partir de 1928 , la dictadura carecía de popularidad , se criticaba la falta de libertades y las universidades promovían campañas anti-dictatoriales. Había desuníón entre los liberales y Primo de Rivera renuncia el 30 de Enero de 1930. C) EL FIN DE LA MONARQUÍA (1930-1931) Berenguer sucede a Primo de Rivera y forma gobierno . El intento de Alfonso XIII de volver al régimen parlamentario fracasó . Los políticos no colaboraban y la crisis mundial no ayudó. El gobierno de Berenguer era débil. En Agosto de 1930, tuvo lugar el pacto de San Sebastián , partidario de la república , que reconoce  la autonomía de Cataluña. Se organizó un comité ejecutivo para preparar una insurrección militar para acabar con la monarquía . La guarnición de Jaca dio los primeros pasos , pero fracasó y los miembros del comité fueron detenidos .El gobierno de Berenguer cayó y Aznar convocó elecciones municipales en 1931. Las condictaduras monárquicas ganarán, sin embargo , en los capitales de provincia triunfaron los republicanos. El 14 de Abril de 1931 se proclamó la II república y el rey Alfonso XIII abandonó España.


11.1 1.1 Moderados y progresistas
Con Isabel II se puso la monarquía liberal en España surgiendo las diferencias entre los liberales: Por un lado, estaban los moderados, que defendían la soberanía compartida entre las Cortes y el rey, Cortes bicamerales, una organización administrativa centralizada dividida en provincias( los alcaldes los nombraba el gobierno), sufragio censitario restringido a las personas que por su profesión o cargo se les reconoce votar y a la base social se incorporó la antigua nobleza y la nueva burguésía liberal. Y, por otro lado, están los progresistas, partidarios de un liberalismo más amplio, de la soberanía nacional, limitaciones al poder de la corona, la Milicia Nacional, ayuntamientos electivos, sufragio más amplio, se apoyaban en las clases medias y artesanos en las ciudades.

La regencia de María Cristina Los comienzos moderados de la revolución liberal. El Estatuto Real de 1834

Tras la muerte de Fernando VII, María Cristina fue nombrada regente, la cual en 1834 llamó para formar gobierno a Martínez de la Rosa. Este busco un equilibrio entre las tendencias liberales y el carlismo lo que llevó a la aprobación del Estatuto Real en 1834, una carta otorgada donde la corona no reconocía los derechos individuales no la división de poderes y convocaba Cortes con dos cámaras: el Estamento de Próceres y el de Procuradores.  Para convocar Cortes se aprobó la Ley Electoral con un sufragio muy restringido ( sólo podían votar 1600 varones sobre 12 millones) pero la cámara exige  reformas dando lugar otra vez las diferencias entre moderados y progresistas.
Falto de apoyo, Martínez de la Rosa dimitíó sustituido por conde de Toreno, moderado. Pero al no poder ganar la guerra carlista, los liberales hicieron amotinamientos con asaltos y quemas de conventos en Málaga, Barcelona, Zaragoza. Lo que hizo que formaran Juntas revolucionarias progresistas. La regente llamó a Mendizábal, progresista en 1835.


11.1.3 El problema carlista y la primera guerra (1833-1839). Análisis de los dos bandos enfrentados
Fernando muere en 1833 y, días después, Carlos reclamaba el trono con el Manifiesto de Abrantes. En muchos puntos de España hubo levantamientos a favor de Carlos, lo que desató un enfrentamiento entre los partidarios del Antiguo Régimen y los que querían un Estado Liberal, además de una guerra dinástica. María Cristiana se apoyó en los liberales. Dentro de los carlistas había miembros del clero regular, del ejército y del bajo clero, defendían el absolutismo monárquico, la religión y de los fueros. Mientras que el bando isabelino tenía el apoyo de la regente, de parte de la nobleza, del funcionariado, altos cargos de la Iglesia y del ejército, burguésía y profesiones liberales. La guerra tuvo tres fases: en la primera destacan los triunfos carlistas, pero todo se pierde cuando en 1835 el coronel Zumalacárregui muere en el Cerco de Bilbao. La segunda etapa destaca por las expediciones carlistas para enlazar y estimular las partidas del país: en 1837, tuvo lugar la expedición Real, que partíó de Navarra, bajo dirección de Carlos llegando a las afuera de Madrid pero la acción de Espartero le hizo regresar al País Vasco. Los fracasos militares carlistas empezaron a dividir a los dirigentes carlistas. La tercera fase se caracteriza por el agotamiento de los contingentes. Al final, el general Maroto firmó el Convenio de Vergara en 1839 con Espartero poniendo fin a la guerra donde los carlistas aceptaron la derrota menos Carlos. Las consecuencias de la guerra: la monarquía se inclínó al liberalismo, los militares serán más protagonistas con muchos pronunciamientos y los gastos de la guerra hicieron la desamortización de las tierras de la Iglesia.

1.3 LA REGENCIA DE Espartero

Proclamado regente por las Cortes, en 1841 los moderados hicieron un pronunciamiento con hombres del círculo de María Cristina que terminó con el fusilamiento de los generales implicados. Los problemas de Espartero vinieron por su forma de gobierno, personalista y autoritaria, apoyándose de una camarilla de militares. Los enfrentamientos entre las Cortes y el gobierno terminaron con la vuelta de los moderados al poder. Los sucesos de Barcelona ayudaron a quitar a Espartero, la inquietud entre los empresarios y los trabajadores por las noticias sobre un negocio librecambista del gobierno con Inglaterra llevo a una insurrección social con barricadas, a las que Espartero responde con bombardeos en Barcelona en 1842. Esto redujo los apoyos del regente. Un grupo de progresistas hicieron un movimiento conspiratorio con levantamientos liderados por Narváez, quien se enfrentó a Espartero en Torrejón de Ardoz en 1843. Espartero sin apoyo, abandonó el país rumbo a Londres. Las Cortes adelantaron la mayoría de edad de Isabel (13 años) y la proclamaron reina, que formó gobierno con Gonzalo Bravo, el cual duró 6 meses siendo sustituido por Narváez 


11.1.2 La fase progresista de la revolución liberal (1835-1837).  Mendizábal y la desamortización eclesiástica. El motín de la Granja. La constitución de 1837.
Mendizábal estaba ante una Hacienda arruinada y una guerra que no acababa a favor de los isabelinos. Se tomaron medidas: el alistamiento de los hombres, la desamortización de bienes eclesiásticos del clero secular para obtener fondos en 1836. La regente no estaba a gusto con Mendizábal, por lo que este dimitíó y le sustituyó Istúriz, moderado, volviendo los levantamientos progresistas y  querían que volviera la constitución de 1812. Por lo que en Agosto de 1836 tuvo lugar el motín de los sargentos de la Granja que obligó a la regente a poner la Constitución de 1812. El programa de gobierno progresista consistíó en poner un régimen liberal con una monarquía constitucional. Convocadas las Cortes hubo mayoría progresista donde redactaron unas leyes donde quitaron el régimen señorial y el mayorazgo, los privilegios gremiales reconociendo la libertad industrial y comercio, la libertad de imprenta y la desamortización de las fincas y órdenes religiosas. Todo esto terminó con la formación de la Constitución de 1837, que reconocía la soberanía nacional y los derechos individuales, Cortes bicamerales con un Congreso con sufragio censitario y un Senado que elegía al rey con una lista de cada provincia, se aprobó una ley electoral censitario, pero más amplioLa vuelta de gobiernos moderadores (1837-1840). La ley de ayuntamientos.
Con la nueva Constitución hubo elecciones donde ganaron los moderados. Estos gobiernos fueron influidos por Espartero, progresista, y Narváez, moderado. El gobierno quiso aprobar una ley de ayuntamientos donde las diferencias de ambos eran fuertes: los progresistas defendían elegir al alcalde por los votantes y los moderados querían que lo eligieran los concejales elegidos. Las Cortes aprobaron la de los moderados. Se formaron Juntas progresistas contra el gobierno y la regente para frenar las insurrecciones nombró a Espartero jefe de gobierno. La regente renuncia al no aceptar el programa de gobierno quedando Espartero como regente  

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