La Dictadura de Primo de Rivera: Causas, Desarrollo y Caída

1. Causas de la Dictadura

El 13 de septiembre de 1923 el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado con el que puso punto y final al decrépito sistema de la Restauración, iniciándose un período de dictadura militar que se extendió hasta 1931. Diversos factores contribuyeron a este desenlace:

  1. Aumento de la conflictividad social: Durante el reinado de Alfonso XIII, el problema social se agravó, con el auge del socialismo y el anarquismo. Entre 1918 y 1921, el llamado trienio bolchevique trajo consigo numerosas revueltas anarquistas, con quema de cosechas, ocupación de tierras y violencia social. Los sindicatos, si bien organizaron menos huelgas, recurrieron al asesinato de miembros del gobierno y empresarios. El asesinato del presidente Eduardo Dato en 1921 por un anarquista ilustra la gravedad de la situación.
  2. La radicalización del catalanismo: La Lliga Regionalista, fundada en 1901 y liderada por Francesc Cambó, se consolidó como el principal partido de Cataluña. La coalición electoral Solidaritat Catalana (1907) obtuvo una importante representación parlamentaria, impulsando el catalanismo político.
  3. El problema del sistema político: El reinado de Alfonso XIII presenció una creciente fragmentación de los partidos dinásticos. Las divisiones internas (romanonistas y demócratas dentro del Partido Liberal) generaron inestabilidad, con 13 gobiernos en un corto período.
  4. El problema militar: Señalado como uno de los responsables del Desastre del 98, el ejército adoptó una postura conservadora y autoritaria, abandonando el ideario progresista del siglo XIX.
  5. La cuestión marroquí y el Desastre de Annual: El doble protectorado franco-español en Marruecos, establecido en 1906, se convirtió en un foco de tensión. El Desastre de Annual (1921) agravó la crisis militar y social, aumentando el descrédito del régimen.

2. El Golpe de Estado

El golpe, preparado para el 13 de septiembre, se inició con la declaración del estado de guerra por parte de Primo de Rivera. Ante la tibia respuesta del gobierno, que se limitó a pedir la destitución de los generales sublevados, Alfonso XIII apoyó abiertamente a Primo de Rivera, entregándole el poder. El golpe, apenas encontró oposición y fue bien recibido por amplios sectores de la sociedad, incluyendo la burguesía, que veían en la dictadura una solución a la inestabilidad. El Partido Socialista y la UGT mantuvieron una postura expectante, mientras que los comunistas, con escasa fuerza en ese momento, y los anarquistas, divididos, no pudieron articular una respuesta efectiva. La dictadura se sustentaba en la promesa de restaurar el orden público y resolver el problema de Marruecos.

3. El Directorio Militar (1923-1925)

En esta primera fase, Primo de Rivera concentró todos los poderes, suspendiendo la Constitución de 1876, disolviendo las Cortes y prohibiendo los partidos políticos. Se instauró una administración militarizada y se reprimió cualquier atisbo de oposición, especialmente en Cataluña, donde se prohibió la bandera catalana y se suprimió la Mancomunidad. La implantación del estado de guerra durante casi dos años buscó contener la conflictividad social. En Marruecos, Primo de Rivera, inicialmente partidario de la retirada, cambió de postura tras el Desastre de Annual, impulsando una política más agresiva que culminó con el desembarco de Alhucemas en 1925.

Para dotar de una base civil a la dictadura, en 1924 se fundó la Unión Patriótica, con el objetivo de:

  • Transferir las funciones políticas del ejército a civiles, evitando su desgaste.
  • Reclutar colaboradores para la administración, creando una élite adicta al régimen.
  • Establecer un canal de comunicación entre el pueblo y el gobierno, buscando apoyo popular.

4. El Directorio Civil (1925-1930)

Tras el éxito en Marruecos y la creación de la Unión Patriótica, Primo de Rivera intentó institucionalizar el régimen. Se formó un gobierno mayoritariamente civil, dando paso al Directorio Civil. Se creó la Asamblea Nacional Consultiva (1927) para elaborar una nueva legislación, aunque sin capacidad legislativa real. El anteproyecto de Constitución (1929), que nunca se llegó a promulgar, establecía una cámara única con representación corporativa y sufragio restringido, sin reconocer la soberanía nacional ni la separación de poderes.

En el ámbito económico, se implementaron medidas intervencionistas:

  • Subvenciones a industrias en crisis, especialmente ferroviarias y navieras.
  • Creación de monopolios estatales, como la Compañía Telefónica Nacional de España y CAMPSA (petróleo).
  • Un ambicioso programa de obras públicas, aunque solo se ejecutó parcialmente.

Estas medidas, si bien impulsaron la economía en algunos sectores, generaron un fuerte déficit público. La cuestión agraria, con su desigual reparto de la tierra y la miseria campesina, no fue abordada. En el ámbito social, se creó la Organización Corporativa Nacional, con representación de patronos y obreros, para regular las condiciones laborales y evitar conflictos.

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