Revolución Francesa
La mañana del 20 de junio, los delegados del Tercer Estado encontraron cerrado su lugar de reunión. Se dirigieron a la Sala del Juego de Pelota donde juraron no separarse jamás. El Rey, el Gobierno y sectores del alto clero y de la nobleza rechazaron inicialmente este proceso, pero acabaron transigiendo. El 27 de junio, Luis XVI ordenó unirse al Tercer Estado a quienes todavía se resistían. El 7 de julio, Francia disponía de una Asamblea Nacional Constituyente.