La regencia de Serrano y el reinado de Amadeo I: un período de inestabilidad política en España

La Regencia de Serrano: Un intento de control y reformas

Gobierno provisional y reformas iniciales

Tras la Revolución de 1868, el general Serrano y Prim asumieron el control del gobierno provisional, compuesto principalmente por unionistas y progresistas. Este gobierno de carácter burgués implementó una serie de reformas para atender algunas demandas populares:

  • Reconocimiento de libertades: religiosa, de enseñanza, de imprenta, reunión y asociación.
  • Sufragio universal masculino.
  • Democratización de ayuntamientos y diputaciones.
  • Reorientación de la política económica: implantación de la peseta, liberalización del comercio.
  • Convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes.

La Constitución de 1869 y sus consecuencias

Las elecciones dieron como resultado el triunfo de progresistas y unionistas, junto con la aparición de nuevas minorías políticas. Se redactó la Constitución de 1869, considerada la primera constitución democrática de España, inspirada en las de 1812 y 1837. Esta constitución proclamaba la división de poderes, la independencia del poder judicial y mantenía la monarquía como forma de gobierno.

Problemas internos y externos

A pesar de los avances en la democratización, la regencia de Serrano enfrentó diversos problemas:

  • Guerra colonial en Cuba.
  • Oposición de sectores conservadores y radicales.
  • Búsqueda de un nuevo rey tras el exilio de los Borbones.

El Reinado de Amadeo I de Saboya: Inestabilidad y desafíos

Un reinado breve y problemático

Amadeo I de Saboya fue elegido rey con la intención de evitar la proclamación de la República. Sin embargo, su reinado se caracterizó por la inestabilidad política y la falta de apoyo:

  • División del partido progresista, su principal apoyo.
  • Oposición de las fuerzas sociales y económicas debido a la crisis económica.
  • Sublevaciones federalistas y demandas de sectores radicales.

Crisis política y conflictos bélicos

La inestabilidad política se manifestó en la rápida sucesión de gobiernos, dificultando la gobernabilidad del país. Amadeo I encargó la formación de gobierno a Serrano y posteriormente a Zorrilla, pero la división del partido progresista debilitó la acción de gobierno. Además, se enfrentó a dos conflictos bélicos: la rebelión en Cuba y una nueva guerra carlista.

Renuncia al trono y proclamación de la República

Ante la falta de apoyo y la incapacidad para estabilizar el país, Amadeo I renunció al trono. Las Cortes proclamaron la República, dando inicio a una nueva etapa en la historia de España.

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