La Restauración y la Segunda República
La Constitución de 1876
La Constitución de 1876 era una constitución moderada, pero lo suficientemente flexible para que los partidos pudiesen gobernar sin necesidad de cambiarla. Presentaba una amplia declaración de derechos, que se restringía más o menos según el partido gobernante. Establecía la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, y un sufragio a determinar por el partido gobernante (restringido o universal).