El Absolutismo y sus Límites
El sistema político propio del Antiguo Régimen era la monarquía absoluta de derecho divino. El rey concentraba todos los poderes, gobernaba el reino, dirigía la política exterior, dictaba las leyes y administraba justicia o nombraba los magistrados que la ejercían en su nombre.
No estaba sometido a ningún control y encarnaba al Estado y a todos sus habitantes, que eran sus súbditos. Su autoridad era incontestable porque emanaba de Dios y la ejercía en su nombre. Seguir leyendo “El Absolutismo y la Ilustración en Europa” »